Donostia. Aunque tanto patronal como sindicatos vascos coinciden en que la subida del IPC en 2011 es "demasiado elevada", diciembre dio un respiro a la inflación, que cerró el año en el 2,5% en Gipuzkoa, el 2,4% en la CAV y el conjunto del Estado y el 2,6% en Navarra. Una reducción apreciable en el último mes, tal y como preveían los expertos, y que ha minorado la presión que ejercían cifras como las registradas a lo largo del año, con un pico del 3,8% en Gipuzkoa en abril y una cifra que en noviembre se situaba en el 2,9% en la CAV. Tasas casi inasumibles en plena crisis.

En primer lugar, por el propio efecto nocivo que el excesivo encarecimiento de la vida -por encima de una subida del 2% se considera elevado- tiene sobre la economía, y el escaso margen para corregirlo por la vía de la subida de intereses en un momento en el que se ha apostado por bajar los tipos para tratar de reactivar la economía.

En segundo, por el papel de referencia que la propia variación del Índice de Precios de Consumo (IPC) tiene a la hora de negociar los convenios y pactos de empresa y las mejoras salariales. Una subida del 2,4% del IPC en la CAV y del 2,5% en Gipuzkoa, en un momento en el que las empresas tienden, sino a la reducción a la congelación de sueldos, dificulta la negociación colectiva y supone la reducción de poder adquisitivo, en muchos casos.

Lo cierto es que los salarios han estado durante años referenciados al IPC, lo que en la actual situación supone un problema, ya que subida de precios y recesión forman una mala combinación. Las patronales abrieron ya de forma clara en 2011 el debate sobre la vinculación de los salarios a la productividad en vez de al IPC, como es costumbre, pero este tema está lejos de resolverse.

Estas tensiones se plasmaron ayer en las propias valoraciones que los sindicatos hicieron tras conocer el dato del IPC anual. ELA advirtió de que subir los salarios menos que el 2,4% supone "perder poder adquisitivo", por lo que ve "más necesario que nunca que mantengamos nuestras reivindicaciones y luchemos por mantener y mejorar nuestro poder adquisitivo, mediante incrementos salariales superiores al 2,4% en 2012". En el mismo sentido, el de la pérdida de capacidad para comprar y el efecto nocivo que ello tendrá en el consumo, se manifestaron las centrales CCOO y UGT en Euskadi.

Por su parte, la Confederación Empresarial Vasca (Confebask) valoró el nuevo descenso del 0,5% de la inflación en diciembre en la CAV. La patronal destacó, en ese sentido, la ventaja competitiva que supone el hecho de que los precios hayan subido un 0,4% menos que en la zona Euro, así como el dato correspondiente a la inflación subyacente (1,5%), aquella que excluye los productos y servicios más volátiles, como son los combustibles.

recesión sí, estanflación no Según los empresarios, "dada la situación de debilidad económica, la inflación sigue estando más alta para lo que correspondería y esta variable debería seguir reduciéndose en los próximos meses". Por ello, Confebask reclamó al Gobierno medidas que "profundicen en la liberalización de mercados".

Precisamente, el temor a una posible estanflación (estancamiento económico con altos precios), hizo que el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, se pronunciase ayer al respecto; y aunque admitió que España entrará en recesión en el primer trimestre de 2012, descartó la estanflación, ya que el IPC seguirá moderándose: "No veo ahí un problema en este momento".