vitoria. Daewoo Electronics comunicó el lunes al comité de empresa que ha presentado un ERE de extinción que afectará a sus 142 trabajadores en la planta que tiene en Vitoria.
Ya a comienzos de julio la plantilla de la firma coreana manifestó su temor sobre el futuro de la planta situada en el polígono de Jundiz ante la falta de inversiones que, explicaban, amenazaba con dejar, a partir de junio del próximo año, sin producción a la factoría dedicada a la fabricación de frigoríficos combi.
Entonces, el comité acusaba a la multinacional surcoreana de "dejar morir" la fábrica porque había empezado a producir en Corea del Sur el único modelo de frigorífico que podrá ser comercializado por ley en Europa a partir de junio de 2012 -los que tienen calificación A+ y A++, de mayor eficiencia energética-, cuando Jundiz estaba produciendo los de categoría A y no se había ejecutado ni previsto ninguna inversión para adecuar las instalaciones a la fabricación del nuevo modelo. La representación sindical ha denunciado además el hecho de que esta producción se lleve a Corea cuando estos modelos no se van a comercializar en Asia, sino únicamente en Europa.
La delicada situación de la planta ya se venía palpando desde hace tiempo y, de hecho, los 142 trabajadores de la fábrica habían entrado ya en algo más de un año en el tercer Expediente de Regulación de Empleo temporal, en vigor desde el 1 de julio hasta el 31 de diciembre.
La dirección comunicó el lunes al comité la decisión de cerrar la planta, tras catorce años de actividad en Gasteiz, y ayer la representación de los trabajadores se reunió con la plantilla para dar cuenta de la situación y decidir qué respuesta dar, que hoy harán pública en una rueda de prensa. El ERE de extinción ya se ha presentado y la dirección ha fijado un calendario de negociación que se iniciará esta misma semana.
década y media de polémica La multinacional Daewoo Electronics decidió establecer su planta en Gasteiz en 1996, después de escuchar ofertas de Navarra, Aragón, Murcia y Catalunya. Una atractiva implantación que gozaba de la tentadora tarjeta de presentación de una inversión prevista de más de 10.000 millones de pesetas (60 millones de euros aproximadamente) y la creación de más de 400 puestos de trabajo entre 1996 y 1999. Pero la presencia de la firma coreana en Jundiz ha estado, de un modo u otro, marcada en estos catorce años por la controversia.
En primer lugar, porque nunca llegó a crear los 412 empleos previstos en el proyecto inicial -se quedaron entre 160 y 190-, motivo por el cual el Gobierno Vasco exigió en 2004 a la compañía devolver 2,36 millones de euros que recibió en su día en concepto de ayudas. De hecho, de la inversión prevista en ese periodo, que ascendía a más de 70 millones de euros, no llegó a ejecutarse ni un 50%, razón por la que el Ejecutivo redujo de 17,7 a 5,7 millones de euros sus ayudas directas, al perder el proyecto su consideración de estratégico.
No menos polémico, y bastante más trascendental en lo político, fue su papel dentro del conflicto sobre los incentivos fiscales que recibió para instalarse en Gasteiz y que fueron declarados ilegales por la Unión Europea en 2004 tras un largo periplo judicial que suponía un auténtico torpedo en la línea de flotación del Concierto Económico y del autogobierno vasco.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que Daewoo y Ramondin debían devolver a las arcas alavesas 14,4 millones de euros, de los que cuatro correspondían a la multinacional surcoreana. Daewoo Electronics había obtenido un crédito fiscal del 45% del importe de la inversión que la Unión Europea consideró ilegal y que ha servido posteriormente como referencia para proceder contra las denominadas vacaciones fiscales.
El ERE de Daewoo Electronics se sumará a los 108 expedientes que el Gobierno Vasco ha autorizado entre enero y junio en Araba y que han afectado en total a 1.427 trabajadores, aunque de ellos únicamente 80 empleados se vieron afectados por expedientes de rescisión, apenas un 5% del total.
Daewoo se suma a Saunier Duval, Kemen, Thayser, BH, otras firmas históricas que han ido echando la persiana en los últimos tiempos en Araba, territorio cuyo mercado laboral cerró julio con 21.425 personas en situación de desempleo.