Donostia. La pesadilla está cercana a su fin y la normalidad cada día más cerca para los 140 empleados fijos de la planta de Iparlat en Urnieta, Esnelat, cuyas instalaciones sufrieron hace seis meses - en la noche del 29 de diciembre- un devastador incendio que forzó la parada total de la actividad hasta mayo y forzó la implantación de un ERE que afectaba a toda su plantilla -172 empleados entre indefinidos y eventuales- y que sería aplicable por un periodo de hasta diez meses. Finalmente, tal y como apuntó ayer Javier Yarnoz, director general de la compañía guipuzcoana, no será necesario agotar el citado Expediente de Regulación de Empleo.
La planta de Urnieta, a la que antes del siniestro llegaban diariamente 500.000 litros de leche de toda la CAV -el 100% de Gipuzkoa-, se encuentra a día de hoy al 80% de su capacidad de producción y aproximadamente al mismo porcentaje de actividad, por lo que más de un centenar de empleados ya se encuentran trabajando en dichas instalaciones, a la espera de que a mediados de este mes, el resto -una treintena- se incorpore a sus puestos. Aun así, la recuperación de personal hasta equipararse a cifras similares a 2010 (172 empleados) se llevará a cabo "de forma progresiva" a lo largo del año.
Yarnoz intervino ayer en Pamplona en la asamblea de la cooperativa Kaiku -participa en Iparlat y Kaiku Corporación Alimentaria-, en la que adelantó el inminente restablecimiento de la actividad de Esnelat en su totalidad. Cifró el daño causado por el incendio entre los 37 y los 40 millones de euros, cantidad a la que se aproximaría el perjuicio en la medida en que se tarde más tiempo en recuperar el 100% de la capacidad productiva y teniendo en cuenta el concepto de "lucro cesante", un daño patrimonial consistente en las ganancias que la compañía habría obtenido en caso de estar funcionado y que está perdiendo ahora.
En todo caso, Yarnoz afirmó que el "acuerdo con la compañía de seguros sigue sin cerrarse" y adelantó que, pese a la recuperación de la actividad, el impacto económico del incendio en el presente ejercicio 2011 será "importante".
falta un 20% por incorporarse Añadió que a día de hoy faltan por activar en Urnieta "unas líneas de envasado que se quemaron en el incendio, que afectó sobre todo a la estructura del techo, un total de 7.000 metros cuadrados". Esta situación obligó a montar una "cubierta provisional con 300 toneladas" de andamiaje para proteger la maquinaria durante los meses de invierno. Ya en mayo, se procedió a desmontar la estructura provisional y evaluar los daños para poner progresivamente en marcha la planta.
Desde el "minuto uno" Iparlat continuó recogiendo a diario la leche de los ganaderos vascos y "trasladándola para su envasado a otras plantas del grupo" fuera de Euskadi, así como a la cooperativa participada Covap, y otras compañías como Puleva o Pascual, según indicó el presidente de la cooperativa Kaiku, Joxe Urrestarazu.
Gran parte de la plantilla, según afirmó Yarnoz, "ha estado trabajando al máximo desde el primer momento", como "todo el personal de mantenimiento", mientras que "otros se han trasladado a otras plantas a las que se derivó la producción de leche. Ha habido un grupo importante de empleados rotando, trabajando durante todos estos meses. En este momento, faltará un 20% de la plantilla por incorporarse", concluyó.