Vitoria. La entidad resultante de la integración de Bankoa-Crédit Agricole e Ipar Kutxa será un banco bajo la fórmula jurídica de sociedad anónima, con unos activos totales de 5.300 millones de euros y cuya sede social estará ubicada en Donostia, mientras que la gestión será realizada desde Bilbao.
El nuevo banco -cuya marca comercial está por determinar y donde se integrará el negocio bancario de Bankoa e Ipar Kutxa con la intención de que sea operativo a partir del 1 de enero de 2012- es el objetivo del protocolo de alianza de integración de las dos entidades que ayer se firmó en Vitoria.
El documento fue rubricado por el presidente de la Caisse Regionale de Crédit Agricole Mutuel Pyrénées Gascogne, Jean Claude Rigaud; el presidente de Ipar Kutxa, Juan María Orbe; y el presidente de Bankoa, Jean Clément Phillippe, tras su aprobación por parte de los consejos de administración de las tres entidades.
El consejero delegado de Bankoa, Kepa Egiguren, y el director general de Ipar Kutxa, Carlos Osés, fueron los encargados de explicar el proceso de esta operación que tiene un carácter "voluntario", ya que en su gestación no se han producido "imposiciones, ni recomendaciones de nadie porque no se ha creado para resolver problemas financieros", teniendo en cuenta el gran nivel de solvencia de las dos entidades que han decidido impulsar la creación de un banco en el que volcarán todo su negocio recurrente.
En este sentido, tal y como afirmó Carlos Osés, Ipar Kutxa se mantendrá como entidad jurídica como cooperativa, conservando la base societaria y la Obra Social, y contará con una participación del 50% de la nueva entidad, que utilizará la ficha bancaria de Bankoa. La misma participación paritaria tendrán también la Caisse Regional de Crédit Agricole Mutuel Pyrénnées Gascogne, la de Aquitania, y otras entidades del grupo Crédit Agricole, que deberán realizar dos ampliaciones de capital, una para compensar los activos que aporte la cooperativa de crédito vizcaina, y la segunda de carácter técnico.
valoración de activos Como quiera que el proceso está en su inicio, aún se desconoce la valoración de activos que aportan tanto Ipar Kutxa como Bankoa, a la espera de realizar las correspondientes auditorias y due dilligence, aunque en principio, la cooperativa de crédito es el doble del banco guipuzcoano, con unos activos totales de 3.566 millones de euros, frente a los 1.731 millones de Bankoa.
A pesar del carácter paritario en las participaciones de capital que tendrán las dos entidades en el nuevo banco, el grupo Crédit Agricole asumirá la presidencia y el control de la junta general, consejo de administración y comisión ejecutiva permanente de la resultante, mientras que la cooperativa de crédito ostentará la dirección general. A pesar de que el banco tendrá su sede en Donostia no habrá ningún problema de tipo fiscal, ya que la entidad tributará en las tres haciendas forales de la CAV donde esta presente, en función de la actividad que desarrolle en cada territorio.
Precisamente, el que detrás de esta operación esté un gigante en el sistema financiero como el grupo Crédit Agricole, que es líder en banca de particulares en Francia y una de las primeras entidades europeas, con presencia en 70 países del mundo, fue puesto en valor por ambos directores generales, en lo que supone de aportar fortaleza y solvencia ante las exigencias cada vez más difíciles en que se va a desarrollar el sistema financiero en el futuro. El paraguas de Crédit Agricole va a hacer posible un amplio abanico de oportunidades para el nuevo banco, ya que le permitirá "afrontar todo tipo de actividades bancarias y productos y acceder a otros mercados".
Para el consejero delegado de Bankoa, Kepa Egiguren, el nuevo banco va a aportar "eficiencia, competitividad y rentabilidad" porque nacerá con una solvencia "muy superior" a la de otras alianzas que se han registrado. "El tamaño en el negocio bancario es de suma importancia", recordó.
Pese a contar con el respaldo de Crédit Agricole, el nuevo banco -que quiere ser "un referente un el sistema financiero de Euskadi"- centrará su actividad en la CAV, Navarra y La Rioja, donde se hallan situadas las oficinas de Bankoa e Ipar Kutxa. "Las dos entidades desarrollamos la totalidad del negocio bancario en Euskadi; ésta es la vocación desde que nacieron y esta vocación se mantendrá en el futuro", remarcó Egiguren.