Donostia. La venta de las dos plantas de Corrugados Azpeitia y Lasao, pertenecientes al Grupo Alfonso Gallardo, a la empresa Companhia Siderúrgica Nacional do Brasil (CSN), podría estar cerrada en los próximos días a falta de concreción de algunos flecos que hacen que la operación no se haya firmado todavía por las dos partes.
El consejero delegado del Grupo Alfonso Gallardo, Juan Sillero, confirmó ayer a NOTICIAS DE GIPUZKOA que la operación de venta de las dos plantas guipuzcoanas al gigante brasileño "deberá estar concluida próximamente, tal y como van las cosas, una vez que se resuelvan algunos detalles que no se han cumplido".
Sillero no quiso precisar cuáles son los asuntos que impiden que todavía no esté cerrado el acuerdo entre las dos partes para no poner en peligro el estado de las conversaciones. El ejecutivo de Gallardo negó que los escollos existentes para rubricar la venta estén vinculados a un desacuerdo en la valoración de los activos o de las garantías que pesan sobre estas factorías en relación a líneas de financiación del grupo empresarial extremeño.
"Hay interés por parte de CSN y las conversaciones están muy avanzadas a falta de que se cierren esos flecos que faltan por concretar para dar por concluida la operación", precisó Sillero.
Sobre el retraso que puede llevar la venta de Corrugados Azpeitia y Corrugados Lasao a la empresa siderúrgica brasileña, que estaba prevista en un principio a lo largo del primer trimestre de este año, el consejero delegado del Grupo Alfonso Gallardo, manifestó que "este tipo de operaciones son por naturaleza complicadas".
El grupo extremeño, propietario aún de estas dos plantas guipuzcoanas, y la siderúrgica brasileña CSN firmaron un acuerdo el pasado mes de diciembre para la venta de las dos plantas de ubicada en Azpeitia, así como de Cementos Balboa de Alconera (Extremadura) por un valor estimado de unos 382 millones de euros. A este paquete se le podría añadir una toma de participación de los brasileños en la siderúrgica que el Grupo Gallardo tiene en la localidad alemana de Unterwellenborn.
Sea como fuere, representantes de CSN visitaron el pasado viernes Azpeitia, donde se entrevistaron con el alcalde de la localidad, Julián Eizmendi, para conocer el Plan General de Ordenación Urbana de la villa, al tiempo que giraron una visita a las dos plantas de Corrugados, donde trabajan un total de 495 trabajadores, a los que hay que sumar 100 puestos de trabajo indirectos.
Incertidumbre en la plantilla No es la primera vez que ejecutivos de CSN visitan Azpeitia para conocer in situ las dos plantas de Corrugados, lo que demuestra el interés del gigante brasileño por adquirir las empresas del Grupo Gallardo.
El propio Eizmendi señaló ayer que "es una buena noticia no solo para los trabajadores de las dos plantas de Corrugados, sino para Azpeitia y todo Urola Erdia".
De momento, los trabajadores de estas plantas siderúrgicas se encuentran afectados por un ERE de suspensión de 100 días de duración desde hace más de un mes, debido a que la producción se ha reducido al mínimo, por lo que trabajan solo los fines de semana.
La vinculación de Corrugados a la construcción, a donde van destinados sus productos, hace que la producción se encuentre al mínimo a la espera que se produzca un repunte en el sector. "Nos encontramos en una situación de incertidumbre total, porque cuando terminamos el domingo no sabemos si vamos a trabajar la siguiente semana. Nadie nos dice cómo están las conversaciones y si hay ya fecha para cerrar un acuerdo con los brasileños", señalaron ayer, fuentes del comité de empresa de Corrugados Azpeitia.