Donostia. La industria aeronáutica vasca está notando la fuerte caída de la demanda de los aviones comerciales, en especial los regionales, uno de sus nichos de mercado más importantes de la mano de firmas como la brasileña Embraer, y por ello ven con esperanza la puesta en marcha del avión de transporte de carga todoterreno Airbus A 400 M ya que una veintena de empresas vascas desde las más conocidas como la vizcaina ITP, la alavesa CTA y tres pequeñas pymes guipuzcoanas han trabajado para que el avión despegase ayer en Sevilla.
Pese al importante retraso sobre las previsiones, el proyecto tendría que haber despegado hace casi tres años, según recuerdan fuentes del cluster aeronáutico vasco Hegan, el muy esperado avión de transporte "multi-role" A 400 M realizó ayer su su primer vuelo, un importante hito para el sector europeo de construcción aeronáutica, que espera conseguir con esta aeronave un lugar privilegiado en el diseño y fabricación de aviones de transporte.
El nicho del mercado del Airbus A 400 M, un avión de transporte todoterreno que pueda operar también en pistas no asfaltadas y que es básico en la asistencia a larga distancia en caso de catástrofes humanitarias, estaba huérfano de nuevos modelos en los últimos 30 años.
De hecho todavía la columna vertebral del transporte de mercancías de medio mundo es el modelo Lockheed Martin C 130, más conocido como Hércules, un cuatrimotor turbohélice diseñado en 1950.
Es por ello que la industria vasca considera que este nuevo modelo tiene una larga carrera comercial por delante pese a que por efecto de la crisis los pedidos se han reducido sobre las previsiones.
El consorcio EADS -al que pertenece la filial de Airbus que se encarga del A 400 M- confía en que el modelo, que dobla la capacidad y el tamaño de sus predecesores, se convierta en el avión de carga del siglo XXI.
Un total de 21 empresas vascas asociadas al cluster aeronáutico y espacial Hegan han contribuido, con sus tecnologías aplicadas en las áreas de aeroestructuras, motores y sistemas y equipos al proyecto A 400 M. Desde las fases de ingeniería y diseño de estructuras, reingeniería de procesos, supervisión de proveedores, fabricación de componentes en composite y metal, tratamiento de superficies y mecanizado, y finalmente, ensayos de certificación, la industria del País Vasco ha participado en la elaboración de estos aviones y continuará suministrando equipos y servicios durante toda la vida útil del avión.
Para la industria aeronáutica vasca este nuevo programa del avión A 400 M aporta a las empresas una vía de diversificación especialmente relevante en estos difíciles momentos.