Las inundaciones en el hogar son uno de los incidentes domésticos más comunes y, a la vez, más destructivos. Ya sea por una tubería rota o atascada, un electrodoméstico defectuoso o un simple despiste, los daños pueden ser importantes, y no solo los materiales; también pueden afectar a la seguridad y al bienestar de las personas.
Según datos de Kronos Homes, casi el 40% de los partes que se dan a los seguros de hogar en España están relacionados con problemas ocasionados por el agua. Por eso, es vital saber cómo prevenirlos y cómo actuar cuando se producen.
Las zonas más propensas a inundaciones
Algunas áreas del hogar tienen más riesgo que otras, por lo que conocerlas nos hará estar más atentos para evitar que se produzcan. Estas son:
1- Baños
Olvidar un grifo abierto, especialmente al llenar la bañera, es una de las causas más comunes de inundación.
2- Cocinas
Los problemas con lavavajillas o lavadoras mal instalados, mangueras dañadas, exceso de detergente o desagües obstruidos pueden causar verdaderos estragos.
3- Sótanos
Muchas veces los sistemas de fontanería y de drenaje se encuentran en ellos, por lo que cualquier fuga por falta de mantenimiento puede derivar en una inundación.
4- Jardines, patios y terrazas
Las piscinas hinchables, los riegos automáticos mal calibrados o las mangueras rotas también pueden generar acumulaciones de agua peligrosas.
¿Cómo prevenir inundaciones?
La mejor estrategia para evitar inundaciones es la prevención y estas son las recomendaciones clave que ofrecen los expertos de Kronos Homes:
- Revisión y mantenimiento periódico
Controla el estado de grifos, tuberías y electrodomésticos que usen agua; si aprecias síntomas de desgaste o de corrosión, actúa lo antes posible.
- Instalar válvulas antirretorno
Evitan que el agua retroceda por las tuberías y pueden salvarte de un buen susto.
- Mantener los desagües limpios
Pelos, grasa o restos de comida pueden bloquearlos, así que límpialos con regularidad.
- Sustituir electrodomésticos antiguos
Las lavadoras o los lavavajillas que tengan más de 10 años son más propensos a sufrir averías.
- Vigilar el uso del agua
Evita dejar grifos abiertos, así como sobrecargar la lavadora o utilizar demasiado detergente, prácticas que aumentan el riesgo de fugas.
- Sensores de fugas
Estos dispositivos detectan agua donde no debería haberla y te avisan al instante; son muy útiles en cocinas, baños y sótanos.
- Formación para toda la familia
Todos en casa deben saber cómo cerrar la llave de paso y desconectar la electricidad si se produce una emergencia.
¿Y si ya se ha inundado la casa?
Si el agua ya ha inundado tu casa, estos son los principales pasos que debes seguir para minimizar los daños:
1- Mantener la calma te ayudará a tomar mejores decisiones.
2- Evalúa la situación: si el agua es limpia y controlable, tal vez puedas manejarla, pero si hay riesgo eléctrico o es mucha cantidad, llama a emergencias.
3- Desconecta la electricidad, solo si puedes hacerlo sin riesgo. Nunca toques enchufes o interruptores mojados.
4- Corta la fuente de agua cerrando grifos o la llave de paso general.
5- Protege tus objetos valiosos: si puedes, pon a salvo documentos, tecnología, muebles o cualquier objeto importante.
6- Documenta los daños haciendo fotos y vídeos antes de empezar a limpiar; es esencial para el seguro.
7- Contacta con tu seguro para informarle de lo ocurrido y entregarle la documentación.
8- Limpia y seca las superficies usando bombas de agua, ventiladores o deshumidificadores para evitar la aparición de moho.
9- Si el daño es grande, contar con ayuda profesional puede ahorrarte tiempo y problemas.
¿Lo cubre el seguro?
Depende de la póliza, pero en general, las inundaciones por despistes (como un grifo abierto o una fuga de electrodoméstico) suelen estar cubiertas. Lo habitual es que se cubran daños en suelos, paredes, muebles y pertenencias, aunque es esencial revisar bien los límites de cobertura y qué excluye el contrato.
La mayoría de las inundaciones domésticas se pueden evitar con buenas prácticas y algo de atención. Como dicen en Kronos Homes, prevenir es la clave, y actuar rápido puede ahorrarte un gran disgusto... y mucho dinero.