No siempre se puede elegir la fecha de una boda, pero se intenta elegir una época del año en la que sea posible que acompañe el tiempo, aunque eso nunca es matemático. De ahí que con la llegada de la primavera, la subida de las temperaturas y el cambio al horario de verano se multipliquen los enlaces.

Recibir una invitación para uno de ellos es un motivo de alegría, pero en algunas ocasiones puede convertirse en un compromiso por los gastos que supone, principalmente por la cantidad de dinero que hay que entregar a los novios como regalo, ya que las listas de bodas y otro tipo de regalos han ido quedando relegados ante la mayor utilidad del dinero en efectivo.

Además, es habitual que surjan las preguntas llegado ese momento: ¿qué cantidad entrego?; ¿la misma que en la última boda de hace cinco años pese a que la vida se ha encarecido?; ¿si son familiares muy cercanos o amigos íntimos debo regalar más dinero?

Las bodas ya no son un antes y un después para la convivencia

No se puede responder a estas cuestiones con verdades absolutas, pero sí hacer unas aproximaciones, para las cuales conviene tener en cuenta el contexto. Principalmente porque la sociedad ha cambiado muchísimo en unas décadas. Si antes el día de la boda suponía para la mayoría de las parejas un antes y un después marcado por el comienzo de una convivencia juntos, actualmente el 91% de las parejas ya convive antes de pasar por el altar, según el Libro imprescindible de las bodas, publicado por Bodas.net en colaboración con Google y Esade.

Es decir, antes era muy habitual, y muy útil para la pareja, regalar electrodomésticos, muebles, vajilla y en general objetos que cubrieran las necesidades de una casa. Pero hoy en día ya suelen contar con un domicilio a pleno rendimiento cuando se casan, y de hecho el 82% de las parejas aseguran que prefieren que les regalen dinero, cuya finalidad suele ser cubrir el coste de la propia boda.

Así, teniendo en cuenta que una boda cuesta de media en España 21.000 euros y que suele contar con unos 115 invitados, se calcula que una cantidad adecuada para regalar estaría en torno a 150 euros por persona (300 en total en caso de acudir en pareja).

Pero ese dinero varía según diversas variables, según analiza Bodas.net, que ha puesto en marcha una calculadora para definir esa cantidad teniendo en cuenta variables como el tipo de boda, la cercanía de la relación con los contrayentes, si hay gastos extra de transporte y alojamiento...

Los rangos de cantidades según la cercanía y otras variables

Y así se pueden establecer una serie rangos de cantidades:

Menos de 100 euros: para quien no va a acudir a la boda ni tampoco tiene una relación muy estrecha con los novios. Es una manera de agradecer la invitación y quedar bien disculpando la ausencia.

Entre 100 y 200 euros: para compañeros de trabajo, familiares lejanos o amigos no muy cercanos.

Entre 200 y 300 euros: para amigos muy cercanos con experiencias importantes compartidas desde hace mucho tiempo.

Entre 300 y 500 euros: para amigos íntimos, hermanos y testigos de la boda.

Más de 500 euros: para padres y tíos, teniendo en cuenta si han costeado parte de la boda, como el vestido de la novia o el traje del novio. El límite máximo no existe.

El banquete de una boda.

Investigar el precio del cubierto

Para poder afinar más la cantidad, también hay invitados que, una vez que conocen dónde se va a celebrar el banquete, investigan cuál es el precio mínimo del menú. Así se puede calcular qué dinero permite al menos cubrir el coste del cubierto.

A la hora de entregar el dinero se puede hacer por transferencia bancaria, en efectivo el día del enlace o buscar fórmulas originales y divertidas para que no sea un momento tan frío como la entrega de un sobre.