La información que ofrecen los bancos y las entidades financieras a los clientes la mayoría de las veces no es muy clara o comprensible para un gran porcentaje de los consumidores.

Datos farragosos, letra pequeña excesiva, términos casi ininteligibles o incomprensibles son situaciones habituales a la hora de las comunicaciones bancarias y sobretodo a la horade firmar determinados contratos como la contratación de una cuenta bancaria, el acceso a una tarjeta de crédito o débito, la firma de un préstamo hipotecario, la suscripción de un fondo de inversión de renta fija o variable, la creación fondo de pensiones, etc.

El Banco de España actualiza constantemente la normativa para intentar evitar que estas situaciones deriven en abusos o situaciones de indefensión de la ciudadanía y se mantiene constantemente vigilando que no se vulneren los derechos de los consumidores.

De igual manera las instituciones europeas aprueban directivas en este sentido de obligado cumplimiento para mejorar la situación de los clientes de las entidades financieras.

El organismo regulador del sistema financiero español está actualmente inmerso en un proceso de mejora de los canales de información entre los bancos y sus clientes y está firmemente decidido a simplificar el volumen de información que las entidades entregan a sus clientes cuando contratan algunos de los productos financieros más habituales.

El Banco de España pretende evitar la "sobrecarga" de documentación que le llega al cliente, que se siente muchas veces abrumado por la cantidad de información que se le ofrece para formar y que raramente se lee.

Por eso, según recoge Invertia, está preparando una normativa que pretende ser una actualización de la regulación ya existente desde el pasado año 2012 sobre la transparencia informativa y las relaciones con los clientes.

Normativa obsoleta

El objetivo es simplificar tanto la cantidad de información que los bancos suministran a sus clientes y al propio Banco de España como la complejidad de la misma para así tratar de minimizar lo que sus técnicos denominan "sobrecarga informativa".

La normativa actual está obsoleta (tiene casi una docena de años de antigüedad) tras los constantes avances en materia de regulación bancaria y derechos de los clientes y la nueva circular busca una mejora de la calidad y cantidad de información que los bancos deben remitirles para eliminar "lagunas, incoherencias y aspectos que resulten redundantes".

El objetivo de los técnicos del Banco de España está claro: evitar imponer la sobrecarga de información, muchas veces "innecesaria o excesiva", y adaptar la nueva regulación a las nuevas tecnologías y las nuevas prácticas del mercado para "mejorar el conocimiento y comprensión de la norma por parte de sus destinatarios, facilitando su interpretación y aplicación".

Cuidado con la letra pequeña

Los contratos tienen tanta y tan confusa información que el Banco de España, organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos, ha elaborado un manual para actuar de manera precisa ante la letra pequeña de los contratos, que suele ser muy farragosa e incorpora términos que muchas veces no comprendemos con exactitud.

Por eso si quieres contratar un producto bancario debes tener en cuenta estos consejos:

Conocer a fondo el producto, su importe, el plazo de vigencia, el tipo de interés, las comisiones que podrías tener que pagar y otros gastos que pueda llevar asociado el producto.

Saber cuáles son los intereses concretos, conocer la Tasa Anual Equivalente (TAE), con el que puedas comparar ofertas de otras entidades con iguales o distintas características.

Conocer la entidad con la que se contrata, su imagen de marca, su prestigio, su trayectoria, sus referencias, etc.

Tener en cuenta la duración de esa campaña publicitaria y sus características en el marco de la cual has realizado la contratación.

Saber la vigencia de los términos del contrato y ser consciente de las condiciones especiales que la entidad puede requerir para contratar el producto.