Las cerraduras inteligentes se están haciendo un hueco importante y a pasos agigantados en los hogares tras su irrupción en otros ámbitos como en el trabajo, asociaciones o clubes, instituciones u organismos públicos y privados.

Cada vez son más populares en las viviendas actuales ya que se están imponiendo a las llaves en muchos portales por su comodidad, accesibilidad y seguridad, y también se están extendiendo en los domicilios particulares por los mismos motivos y por su amplio abanico de precios.

Este tipo de cerraduras avanzadas ofrecen un funcionamiento totalmente automático con una sola acción. Con funciones como la apertura y el cierre automático de las puertas, y un funcionamiento rápido y silencioso de la puerta.

La seguridad está garantizada con la protección con código PIN, el desbloqueo con tecnología NFC en el móvil, la huella dactilar y la integración del control por voz. Además, estas cerraduras de nueva generación proporcionan un nivel de seguridad mayor al de las tradicionales cerraduras con llave y evitan los inconvenientes de la pérdida de las llaves. También permiten el acceso sin llave, el acceso temporal para huéspedes y la supervisión de la actividad en la vivienda si están integradas en los sistemas domóticos de la casa.

Estas son las ventajas de estas cerraduras sobre las tradicionales de llaves:

  • Comodidad. Con las cerraduras inteligentes, puedes abrir la puerta a través de un teléfono móvil, un teclado o un comando de voz, lo que elimina la necesidad de tener llaves físicas.
  • Acceso remoto. Permiten controlar y supervisar el acceso desde cualquier lugar mediante una aplicación móvil, abrir y cerrar la puerta de forma remota, permitir el acceso temporal a huéspedes o invitados y recibir notificaciones de la actividad de acceso.
  • Acceso sin llave. Puedes decir adiós a las incómodas llaves, ya que las nuevas cerraduras utilizan métodos de acceso sin llave, como códigos PIN, huellas dactilares biométricas o conectividad Bluetooth, WiFi o Z Wave.
  • Seguridad reforzada. Suelen incluir funciones de seguridad avanzadas, como alertas de manipulación, registros de actividad y protocolos de cifrado, lo que proporciona un nivel adicional de protección de la vivienda.
  • Integración con sistemas domésticos inteligentes. Pueden integrarse con otros dispositivos domóticos, lo que te permite crear rutinas de automatización y reforzar la seguridad doméstica completa.
  • Cómoda instalación. La colocación de estas cerraduras depende del modelo, aunque muchos modelos requieren una sencilla instalación de entre 15 y 30 minutos. En muchas es necesario el taladro, ya que aprovechan los agujeros existentes y no hace falta cambiar el cilindro. Otras constan de un par de soportes que se aprietan con tornillos o con un sistema de imanes.
  • Precio razonable. En el mercado hay una completa oferta de modelos y funcionalidades. Con precios medios de entre 100 y 300 euros para las cerraduras más completas, aunque hay algunas más sencillas en Internet que pueden adquirirse por debajo del centenar de euros.
  • Versatilidad. Además de los métodos citados, también permiten la apertura y cierre por radiofrecuencia, con una tarjeta o un llavero específico. Este sistema es muy habitual en hoteles y otros establecimientos con gran afluencia de personas. Incluso hay modelos que no solo sirven como complemento a la cerradura habitual, sino que además disponen del viejo sistema mecánico como respaldo de seguridad.

También tiene algunas desventajas respecto a la tradicional llave.

En primer lugar, el precio es bastante más caro, aunque lo compensa la comodidad y seguridad. Además, mucha gente la instala como refuerzo a la tradicional, con lo cual el costo total se incrementa bastante.

Por otra parte requiere unas habilitades tecnológicas y un manejo con soltura de aplicaciones de telefonía, conectividad, conocimientos de informática, etc.

Otro elemento a tener en cuenta es el almacenamiento de datos que requiere el sistema y la protección de los mismos, haciéndolo vulnerable a los ciberdelincuentes más hábiles.

La duración de la batería puede ser un inconveniente, ya que las que tienen una pila más duradera aguanta más de un año, pero hay otras que hay que cambiar a los pocos meses, sobre todo tras un uso intensivo.