Euskadi recogió 22.092 toneladas de aceite industrial usado en 2021 y, tras su tratamiento, devolvió al mercado 9.510 toneladas como nuevos productos, lo que permitió evitar la emisión de más de 4.600 toneladas de CO2 a la atmósfera y el gasto de 88 GWh en un "modelo claro" de Economía Circular, según datos de SIGAUS, Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados.

A través de la red de gestores que trabajan en el marco de SIGAUS, se recogieron el pasado año en el País Vasco 22.092 toneladas brutas de aceites usados (incluyendo impropios como agua y otros sedimentos) repartidas entre 2.857 establecimientos (el 46% talleres mecánicos) de sectores tan diversos como la automoción, la industria, el transporte, el comercio o la construcción.

El 49% de estos puntos productores de aceite usado generaron menos de una tonelada de residuo, acumulando entre ellos apenas un 3% del total del aceite usado generado. En total, para recoger todo el aceite usado fue necesario efectuar 8.370 operaciones de recogida entre 183 municipios vascos.

Según han indicado desde SIGAUS, una vez terminada su vida útil, el aceite industrial se convierte en un residuo "muy contaminante" debido a la presencia de metales pesados y otras sustancias tóxicas, que "puede afectar negativamente a nuestro entorno y a la salud de las personas si no se trata adecuadamente".

Por ello, han apuntado, es "fundamental contar con un sistema logístico y financiero que permita recoger este residuo allí donde se produce, aunque sea en zonas alejadas o de difícil acceso". Así, gracias al sistema logístico puesto en marcha por SIGAUS, se recuperaron el pasado año 3.890 toneladas de aceite usado en 76 municipios rurales vascos, otras 18.269 toneladas en municipios de montaña y 1.957 toneladas en municipios de menos de 1.000 habitantes.

Además, en 2021 se atendieron 35 establecimientos generadores de este residuo situados en el entorno de 13 espacios protegidos vascos, entre los que se encuentran parques naturales, reservas de la biosfera o reservas naturales. En estos enclaves se recogieron en total 106 toneladas de aceite usado, mientras que en el entorno de recursos hídricos, como ríos, embalses o lagos se recogieron 667 toneladas de residuo en 88 puntos productores.

Una vez recogido, el aceite usado fue trasladado a centros de transferencia para su análisis y eliminación de posibles impropios, proceso que una vez completado resultó en una cantidad neta de aceites usados de 9.510 toneladas, volumen finalmente tratado para obtener nuevos productos, siguiendo los principios de la Economía Circular.

De esta cantidad, cerca de tres cuartas partes del residuo, 6.936 toneladas, fueron destinadas a regeneración. Se trata de un tratamiento que permite obtener nuevas bases lubricantes del aceite usado y que es el que prioriza la actual normativa.

Gracias al residuo regenerado en el País Vasco durante el pasado año fue posible producir más de 4.300 toneladas de nuevos lubricantes y ahorrar más de 2 millones de barriles de petróleo, en comparación a si esos lubricantes se hubiesen producido a partir del refino del crudo. Además, el aceite usado regenerado también permitió evitar la emisión de más de 4.600 toneladas de CO2 a la atmósfera, y el gasto de 88 GWh.  

Valorización energética

El resto del aceite usado no regenerado fue valorizado energéticamente mediante otro tratamiento que permite transformar el residuo en un combustible de uso industrial que suele usarse en hornos de cementeras, papeleras o en centrales térmicas de generación eléctrica, minimizando así el uso del fuel oil o de otros combustibles provenientes del petróleo.

Gracias al aceite usado valorizado energéticamente en el País Vasco (2.574 toneladas) fue posible evitar la emisión de 1.410 toneladas de CO2 a la atmósfera y ahorrar 2,4 GWh de energía