El grupo municipal de EH Bildu se ha dirigido al nuevo alcalde de Donostia, Jon Insausti, y a su generación, para pedir que el turismo en la ciudad deje de ser “gestionado” para pasar a ser “gobernado”. “Para eso hace falta voluntad y la aplicación de políticas valientes”, ha señalado en edil de la colación, Markel Ormazabal.
Ormazabal ha criticado que a finales de 2025 en Donostia no exista mecanismo alguno para conocer el número de viviendas turísticas ilegales existentes. “El ministerio español de Vivienda ha dicho que son 138, pero estamos convencidas de que son muchos más”, ha asegurado.
Defendiendo los intereses privados
EH Bildu observa que en materia de turismo en Donostia la regulación se ha aplicado “en beneficio de intereses privados y se ha desregulado en perjuicio de la ciudadanía”, una ciudadanía que “ha manifestado una y otra vez” que las instituciones deben “actuar con valentía y sin demora” en esta materia, cesando en la “promoción del turismo” y actuando para garantizar que los barrios “sean lugares vicios y habitables”.
Ormazabal ha lamentado que, hasta la fecha, Insausti no haya abordado en sus comparecencias “un cambio de modelo” en la gestión del turismo “y tampoco lo ha citado entre sus prioridades”.
Subida evidente
EH Bildu, ha añadido el edil de la coalición, observa con “sorpresa” que el Gobierno local, “después de años de negación del problema”, se erijan como “pioneros en regular el turismo”.
Según ha recordado Ormazabal, en 2016 Donostia disponía de 9.100 plazas de alojamiento turístico, llegando a las 19.828 en 2024, “un incremento del 119%”.
“La modificación del PGOU para la delimitación de los usos de alojamiento turístico es ejemplo de un fracaso en un intento de instaurar la moratoria a las nuevas plazas de alojamiento”, ha indicado Ormazabal. “Hemos comprobado que las afirmaciones hechas públicamente son falsas”, ha añadido el concejal de EH Bildu, que ha asegurado que pese a que la moratoria de apertura de nuevas plazas sigue vigente “se anuncian nuevas licencias sin interrupción”, siendo la última “la del nuevo hotel de súper lujo de torre Satrustegi”.
“Donostia tiene un límite y lo superamos hace tiempo”, ha abundado Ormazabal, que ha abogado por aplicar una política de “reversión” en la materia.