Cala de Agiti, ¿de piscifactoría a vivero de algas?
Eguzki pide que no se conceda licencia a un proyecto de cultivo de algas que considera “inmaduro”
Entre Muntaundi y Albitxulo se sitúa la cala de Agiti. Durante un tiempo su nombre resultaba desconocido para muchas y muchos donostiarras, pero no lo era tanto cuando era una zona más frecuentada ni lo es tampoco desde hace unos meses.
En Agiti se ubicó una piscifactoría dedicada a la cría de rodaballos y almejas, que cesó en su actividad en 2006 dejando tras de sí una huella de piscinas abandonadas.
En este enclave al que se llega por el camino del mismo nombre que la cala, se respira cierta desolación.
La concesión de la piscifactoría finalizó en 2011 y la parcela, de aproximadamente 21.400 metros cuadrados, acabó siendo devorada por la maleza, que ha ido creciendo durante años entre los muros de hormigón.
Así las cosas, el mes de mayo de este mismo año las Juntas Generales de Gipuzkoa aprobaron una resolución para instar al Gobierno Vasco a que proceda a la recuperación del valor ambiental de la cala. Este llamamiento fue cursado, asimismo, al Ayuntamiento de Donostia.
Recientemente se conoció que existía para la cala Agiti un proyecto para transformarla en un vivero de algas de importante envergadura, que podría llegar a alcanzar una producción anual de 20.000 kilos de algas desecadas, volumen este al que se llega tras la manipulación de cerca de 150.000 kilogramos de algas frescas.
El colectivo ecologista Eguzki, que lleva tiempo reclamando la recuperación ambiental de este punto de la costa guipuzcoana, ha vuelto a formular idéntica demanda, además de presentar alegaciones al nuevo proyecto de cultivo de algas de Blue Reef Algae, que han calificado de “incompleto e insuficientemente maduro”.
Esta falta de concreción del proyecto, han abundado desde Eguzki, sería motivo más que suficiente para que el Gobierno Vasco no concediera el permiso necesario para la puesta en marcha de una iniciativa empresarial que busca estar activa a comienzos de 2026, lo que le permitiría poder contar con la primera remesa de algas en verano del mismo año, previa realización de la necesaria adaptación de los estanques..
Restauración
Eguzki viene reclamando que las instituciones competentes obliguen a la empresa que en su día gestionó la piscifactoría a que acometa el desmontaje de los restos de las instalación que aún permanecen en la cala Agiti.
El colectivo ecologista ha vuelto a traer a colación un informe realizado por la Agencia Vasca del Agua, Ura, en el que se subrayaba la importancia de desmontar las instalaciones de la antigua planta de engorde de rodaballo y almeja, dado que se hallan, señala el informe, “en terrenos de dominio marítimo-terrestre y su zona de servidumbre de protección”. Tras retirar los elementos que todavía se encuentran en este enclave, debería de propiciarse “la restauración de la calidad ambiental y paisajística de la zona, recuperando el carácter natural de la playa y el entorno”.
Este informe está fechado el 5 de marzo de 2012. Más de 13 años después, toda aquella persona que se acerque a la cala Agiti seguirá encontrando los elementos de hormigón abandonados
Según Eguzki, “sería una negligencia onerosa para las arcas públicas y muy difícil de explicar ante la ciudadanía que la administración hiciese dejación de su potestad para reclamar la restauración a la empresa”.
Además, Eguzki ha recordado que las Juntas Generales y el Ayuntamiento de Donostia continúan sin cumplir los acuerdos adoptados, y les piden que “hagan oír su voz ante el Gobierno Vasco para que desestime el proyecto de cultivo de algas y acometa de una vez la restauración”.
La cala Agiti fue, en otro tiempo, una zona muy concurrida aunque, en la actualidad, son pocas las personas que se acercan al deteriorado enclave.
El futuro, ¿las algas?
Eguzki, además, también ha expresado su “extrañeza” ante la “asimetría” del trato dado por el Gobierno Vasco a sus demandas y a las de la empresa que promueve el proyecto de cultivo de algas.
[Vídeo] Un pescador, rescatado en la cala de Agiti
Según han recordado, Eguzki solicitó ya en marzo que el Gobierno Vasco diera inicio a los trámites necesarios para la restauración ambiental de la cala Agiti, reclamando a la concesionaria Culmanor S.A. que cumpla con las medidas necesarias a tal fin.
Además, reclaman información sobre “la lectura que el Gobierno hace de la situación legal y ambiental” en la que se halla Agiti.
Ante la falta de respuesta, Eguzki presentó a comienzos de septiembre una queja al Ararteko, que ya la ha admitido a trámite.
Pero, a su atender, la asimetría al trato tiene reflejo en el hecho de que el Gobierno haya tramitado el proyecto de cultivo de algas presentado en agosto “por una empresa constituida en mayo”, proyecto este que se encuentra ya en proceso de exposición pública.
Del tratamiento de las algas se obtienen productos muy diversos, desde cosméticos a fertilizantes, piensos animales y biomateriales, entre otros muchos.
