No siempre la coexistencia entre peatones y ciclistas resulta sencilla. Y así ocurre en el túnel de Txaparrene, que conecta Intxaurrondo y Herrera.
El Gobierno de Donostia ha aprobado hoy el proyecto de mejora del que se considera un “punto crítico”, una intervención con un coste de 61.606 euros y un plazo de ejecución de dos meses.
Las principales intervenciones a ejecutar son la sustitución del pavimento y la mejora de la iluminación.
El pavimento será sustituido por uno nuevo que resulte compatible para peatones y ciclistas.
En el caso de las luminarias, se procederá a cambiar los nueve focos de los que dispone actualmente el túnel por 14 nuevos, que permitirán circular por este punto con mayor seguridad.
El túnel de Txaparrene es considerado como “una de las principales infraestructuras de conexión entre el Distrito Este de la ciudad y el centro urbano”, y es utilizado a diario por un importante número de personas.
Este alto nivel de uso deja más patente la necesidad de la mejora de una estructura que presenta deficiencias “que pueden comprometer tanto la seguridad como la comodidad de las personas usuarias”.
Estas no son las primeras obras realizadas en este túnel desde su inauguración. Hace dos años, por ejemplo, permaneció cerrado dos meses para mejorar el carril bici.
Echando la vista atrás
El bidegorri de Txaparrene, parte del cual discurre por el túnel, se abrió para el uso de las y los ciclistas en septiembre de 2011.
El bidegorri tiene una longitud total de 1.650 metros, de los que 124 metros corresponden al túnel.
En su día, las obras de ejecución del bidegorri tuvieron un coste de un millón de euros.