Vecinas y vecinos de la plaza situada entre la calle Amezketa y Catalina de Erauso, en el donostiarra barrio de Amara, han mostrado su “absoluta oposición” al traslado de ubicación de dos palmeras de importante porte que, según explicaron desde la asociación vecinal de Amara Berri, generan importantes molestias en las viviendas colindantes.

En una reciente asamblea, a la que acudieron más de 50 personas, quedó en evidencia este posicionamiento que se le ha trasladado por escrito al concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos, Carlos García, con el que una representación de las vecinas y vecinos y de la asociación ya se ha reunido.

Dicha plaza presentaba una serie de problemas, como el del encauzamiento de las aguas pluviales. El vecindario ve con buenos ojos la solución que el Consistorio plantea en torno a esta cuestión, considerando que “ayudará a minimizar los problemas de acumulación cada vez que llueve”.

Las intervenciones que se refieren al enlosado de la plaza, en pendiente, también han recibido la aprobación del vecindario, que en todo momento ha querido “agradecer el trato recibido y la receptividad mostrada ante los temas expuestos” en las reuniones con el Ayuntamiento.

La iluminación

Otra cuestión que preocupaba a los residentes era la de la iluminación de la zona ya que, por ejemplo, ésta se veía afectada por la existencia de un frondoso magnolio que entorpecía que la luz de la farola existente en ese punto iluminara la plaza.

El Consistorio va a realizar “un estudio de luminosidad de la zona”, con el objeto de dar respuesta a un tema que genera “preocupación a la comunidad”, por considerar que la luz en este ámbito es “insuficiente”.

Según señalaron representantes de la asociación vecinal, el Ayuntamiento también plantea poder efectuar una poda muy centrada en dar solución al problema.

Con estos frentes cubiertos con soluciones que el vecindario considera válidas, queda por dar respuesta al problema que para los residentes suponen las palmeras.

La opción de recolocar una de ellas en el centro de la plaza no es del agrado de las personas residentes, que consideran que “el espacio que ocuparía supondría que la plaza perdería su escaso espacio recreativo y de convivencia”.

La reubicación de la segunda palmera en una localización cercana, aseguran, reproduciría “en el nuevo emplazamiento los mismos problemas que ha motivado su traslado”.

Más que un problema estético

Tal y como indican los vecinos en la misiva dirigida al edil socialista, “el sobrecoste económico que puede suponer llevar las palmeras a otro emplazamiento, fuera de la plaza, no puede ser excusa para no atender la petición del vecindario”.

“Queremos una plaza amigable que pueda ser disfrutada por grandes y pequeños”, añaden las y los vecinas y vecinos, que apelan a la “sensibilidad en este tema” del concejal de Mantenimiento Urbano para que se dé con una solución “consensuada” entre Ayuntamiento y residentes, que no descartan movilizaciones u otro tipo de acciones de protesta si el proyecto no se modifica.

Porque, como indicaron desde las primeras comunicaciones dirigidas al Consistorio, las dos palmeras generan importantes problemas en los pisos aledaños. “No es un mero problema estético, ya que está directamente relacionado con la plaga de roedores, que encuentran en esas palmeras no solo su cobijo, sino también la forma de acceso a las viviendas afectadas”.

La recolocación de los dos ejemplares, en consecuencia, “no resolvería el problema de fondo”, de ahí que el vecindario solicite que el Ayuntamiento “replantee la forma de resolver el problema”, que podría pasar por su traslado a los viveros municipales o a otra ubicación menos problemática. 

La postura del Ayuntamiento

Por su parte, Carlos García ha informado a NOTICIAS DE GIPUZKOA que el Consistorio está valorando distintas opciones. La palmera que, según han sabido por los vecinos, causa más problemas, se reubicará en el centro de la plaza mientras que las otras seguirán, solo de momento, en su actual localización hasta dar con la solución más conveniente.

El magnolio y otros árboles de la zona, que impiden que la plaza esté correctamente iluminada, serán objeto de “una poda selectiva”.