La Semana Grande de Donostia, que arranca esta tarde con el tradicional cañonazo, se prepara para sortear la jornada sofocante prevista para este domingo, cuando se reforzarán las medidas de protección del personal que trabaja en la calle y se ajustará puntualmente algún horario en caso necesario.
El concejal de Cultura, Jon Insausti, ha asegurado que esta no es la primera vez que las fiestas donostiarras coinciden con una alerta por altas temperaturas y ha subrayado se afronta con "precaución pero con total normalidad".
Ha explicado que se adoptarán "medidas concretas donde haga falta", se adaptarán horarios como, por ejemplo, las pruebas de pelota de la tarde, que se adelantarán a las diez de la mañana, y se tomarán "decisiones coherentes" acordes a la situación.
En el caso de los gigantes y cabezudos habrá mayor rotación entre las personas que portan estos personajes en el multitudinario desfile, que este domingo harán su recorrido por el paseo de la Zurriola y el barrio de Gros.
El concejal ha subrayado que se prestará especial atención a las personas que trabajan en la calle para hacer posible las actividades de la Semana Grande.
Medidas de protección
Se les suministrará agua, crema solar y gorros y tendrán espacios para poder protegerse de las elevadas temperaturas que, según Euskalmet, rondarán los 37 grados en San Sebastián.
El Departamento vasco de Seguridad mantiene la alerta naranja por calor, que se prevé que será más intenso en el interior de la comunidad autónoma.
El calor es ya notable este sábado, cuando arrancarán las fiestas estivales donostiarras que incluirán durante ocho jornadas 376 actividades festivas, culturales y deportivas para todos los públicos en una treintena de plazas y calles de la ciudad.