Recientemente el alcalde Eneko Goia confirmó que Antondegi se recalificará para ser terreno rural, ni pisos ni instalación de ola artificial, un cambio del que el primer edil se congratuló.

Esta modificación del Plan General, que se incluye en el proceso de revisión del planeamiento, ha sido también muy bien acogida por el principal grupo de la oposición en el Consistorio donostiarra, EH Bildu, que ha asegurado que “con la protección de Antondegi de la ola artificial prevalece el sentido común”.

A su entender, decisiones como ésta colocan a Donostia en “la dirección adecuada hacia el modelo de ciudad que necesitamos”.

EH Bildu agradece “el incansable trabajo que asociaciones y agentes de distinta índole han llevado a cabo en los últimos años” con el fin de evitar que Antondegi acogiera la instalación de olas artificiales.

Proteger el medio ambiente

“El Gobierno municipal da marcha atrás y prevalece el sentido común”, han destaco los ediles Markel Ormazabal y Garbiñe Alkiza.

“Es hora de proteger el medio ambiente y acabar con las políticas municipales que promueven y posibilitan este modelo de ciudad”, han destacado los concejales que expresaron su temor ante la posibilidad de que se busque otra localización para la ola artificial.

“En el caso de que el proyecto prosperara, haremos un seguimiento exhaustivo de su posible ubicación”, han añadido.

Al parecer la empresa, de la mano del Ayuntamiento, está barajando nuevas zonas para explorar diferentes alternativas. Sean o no así las cosas, pedimos que el proceso se desarrolle con transparencia”, han insistido Ormazabal y Alkiza que han querido poner en valor “la importancia del cinturón verde y su impacto positivo tanto en nuestro día a día como en nuestro modo de vida”.

Según se fija en plan director de la CAV, han recordado, “las ciudades no pueden artificializar más del 45% del suelo y Donostia ya contaba con más del 43% artificializado”.