La extinción de incendios es una de las labores más arriesgadas que llevan a cabo los bomberos de Donotia y ocupa en la actualidad el tercer puesto entre sus actividades, por detrás de las asistencias y los rescates, un tipo de intervención que ha ido en aumento en los últimos años.

No obstante, los incendios siguen siendo una labor esencial a la que hace frente este cuerpo que, a lo largo del pasado año, llevó a cabo 2.240 intervenciones, de las que el 26%, es decir, 584, fueron extinciones de fuegos.

A lo largo de los dos primeros meses de este año 2024, los agentes del servicio de Extinción de Incendios y Emergencias de Donostia, con sede en Garbera, han hecho frente a otros 88 incendios.

La peligrosidad de los fuegos, que pueden tener dramáticas consecuencias, como se ha visto recientemente en el incendio de Valencia, preocupan tanto a los responsables municipales como a los profesionales del sector, que se han movilizado en los últimos meses para reclamar más y mejores medios para hacer frente a la tarea.

El pasado sábado, la asociación de vecinos de la Parte Vieja convocó una marcha para reclamar al Consistorio más medios y controles para evitar incendios en el barrio, como el registrado en febrero en la cocina del bar Zumeltzegi, de la calle Fermín Calbetón. El siniestro obligó a desalojar el edificio y a reconstruir un tramo de escalera, entre otras reparaciones.

La asociación de vecinos reclama una ordenanza concreta en la que inspectores de bomberos certifiquen la buena situación de las cocinas de los bares, con el fin de prevenir que puedan surgir incendios en un barrio en el que las estructuras de los edificios son de madera.

Mientras a lo largo del pasado año, los incendios ocuparon la tercera posición en cuanto a intervenciones de los bomberos, el primer puesto recayó en las asistencias. La retirada de árboles después de temporales, las desinfecciones, el traslado de cascotes caídos de fachadas y la eliminación de nidos de avispa asiática son algunas de las muchas tareas que forman parte de las denominadas asistencias. El pasado año fueron 850, el 38% del total de intervenciones. En lo que llevamos de año han sido 117.

La segunda tarea en cuanto a volumen de intervenciones son los rescates, principalmente de personas pero también de animales. A lo largo de 2023, los salvamentos fueron el 28% del total de intervenciones (647). Personas encerradas en ascensores o en viviendas, así como rescates de accidentados en el hogar o salvamento de individuos caídos al agua son algunas de estas intervenciones. En ocasiones, como sucedió recientemente, los bomberos iniciaron una actuación para extraer un aparente cuerpo del lecho del río y, finalmente, era parte de un maniquí. A lo largo del presente año se han registrado 647 rescates y, en lo que va de año, 93.

Las intervenciones de prevención (189 en 2023) son el cuarto motivo de salida de los bomberos.