El ambulatorio del edificio Pescadería, que sustituirá al de la calle Esterlines, se abrirá al público el próximo lunes, mientras que la cancha deportiva de la última planta lo hará a finales de mes.

Así lo ha confirmado este martes el alcalde, Eneko Goia, que acudirá este miércoles a una visita a las instalaciones en compañía del lehendakari, Iñigo Urkullu, y la consejera de Sanidad, Gotzone Sagardui.

El centro de salud, que dará servicio a la Parte Vieja y parte del centro donostiarra, cuenta con 16 consultas repartidas entre la planta baja y las dos primeras. En una tercera planta se localizarán vestuarios y oficinas del centro de salud. Esta ala del edificio dispone de un patio propio, que aporta luz a las dependencias.

La puesta en marcha de la instalación se ha retrasado, aunque, finalmente, está ya terminada, al igual que la cancha deportiva de la última planta que será utilizada por la ikastola Orixe, que carece de espacio. Más adelante, el Ayuntamiento decidirá qué otros usos públicos ofrecerá la pista.

Mientras los dos equipamientos públicos ya están terminados, no sucede lo mismo con el resto del edificio, al que tienen que trasladarse los asentadores que están ahora en el subterráneo de la plaza y que están llamados a trabajar en la planta a ras de calle del edificio Pescadería. Además, el inmueble tiene otros proyectos relacionados con las alimentación y la gastronomía, igualmente a la espera de la conclusión de los trabajos.

El alcalde, Eneko Goia, manifestó que el Ayuntamiento "trabaja para que la concesionaria cumpla con sus obligaciones". Asimismo, añadió que "las obras públicas han ido bien pero la parte de la concesión no". El primer edil recordó que la concesión tiene de plazo hasta 2047 "porque un alcalde -en alusión a Odón Elorza- decidió sacar el mercado de la Bretxa a concesión y estas son las consecuencias".

Asimismo, recordó que los distintos plazos de obra se han incumplido hasta el momento. En abril llegará el último, indicó, y, tal y como dijo en enero, será entonces cuando el Ayuntamiento tomará una decisión sobre la concesión ya que, tal y como están los trabajos, no parece que finalicen para entonces.

El mandatario donostiarra no quiso concretar si, en caso de nuevo incumplimiento, el Consistorio optará por una rescisión del contrato, su caducidad, su rescate, la aplicación de sanciones económicas u otras posibilidades.

El coste de la reforma del complejo comercial de la Bretxa, incluidas las obras de ambos edificios (con 7.000 metros cuadrados en total) y de la propia plaza, se calculó en unos 30 millones de euros.