El intercambiador de Riberas de Loiola, la nueva estación prevista en el cruce de las líneas del Topo y de Adif, obligará a desplazar el paseo de Zorroaga para encajar bien la nueva infraestructura, y también conllevará una modificación de la línea ferroviaria del Topo (Euskal Trenbide Sarea-ETS).

Mientras que las vías de ETS se moverán hacia el este y se elevarán algo, el paseo de Zorroaga se desplazará hacia el oeste para hacer hueco al nuevo edificio que contendrá el vestíbulo principal de la infraestructura. 

Así lo señalan las condiciones del concurso aprobado la pasada semana por ETS para la redacción del proyecto básico de la obra, entre otros documentos, que contempla dos actuaciones diferentes que componen la totalidad del intercambiador.

Esta estación compartida por dos redes ferroviarias estará compuesta por dos partes. Por un lado, al nivel de la superficie del paseo de Zorroaga se situarán los andenes e instalaciones de ETS, mientras que por otro, enterrados, estarán los andenes de Cercanías de Adif. Ambas zonas se conectarán con corredores, distribuidores y escaleras de comunicación.

Zona donde se creará el vestíbulo de acceso desde la avenida de Barcelona. Javier Colmenero

En las vías de Adif, junto a la avenida de Barcelona, cerca de la iglesia de Iesu, se creará un vestíbulo de acceso al conjunto. El tramo entre este punto y el paseo de Zorroaga se cubrirá parcialmente de modo que los andenes queden tapados, pero estén dotados de luz y ventilación.

Zona cubierta

El proyecto que se redacte deberá estudiar la urbanización de toda la zona cubierta, con el fin de generar un nuevo parque, que será una extensión del Jardín de la Memoria, según concretan las condiciones a concurso.

La redacción del proyecto constructivo del intercambiador de Riberas de Loiola tiene un presupuesto de un millón de euros y un plazo máximo para su conclusión de 24 meses una vez que se elija al equipo redactor, lo que se prevé para la próxima primavera. Así, los proyectos técnicos necesarios para poder acometer la obra no estará finalizados hasta mediados de 2026, al menos.

Si no se producen demoras y la obra dura 36 meses, como se ha barajado, la puesta en marcha del intercambiador se fijaría en 2029.

La obra de la nueva estación compartida para dos redes ferroviarias tendrá un presupuesto de 36 millones de euros, según lo previsto, y se financiará a tercios entre ETS (Gobierno Vasco), la Diputación y Adif (Gobierno central).

La nueva estación de Riberas de Loiola será la última pieza que completará las infraestructuras ferroviarias de la capital guipuzcoana. En principio, cuando empiecen las obras debería estar en marcha el nuevo trazado del Topo bajo el centro de Donostia, con sus tres nuevas estaciones, así como el segundo acceso a la estación de Anoeta. Esta obra dio comienzo en julio pasado, con un plazo de 30 meses, lo que sitúa su finalización a finales de 2025 o comienzos de 2026, cuando se calcula que estará en marcha la pasante del Topo.