Las estafas por Internet están subiendo de una forma exponencial. No hay día en el que no se tenga conocimiento de algún delito de este tipo de mayor o menor envergadura. A las estafas por Internet se les suman las estafas que podrían considerarse clásicas, aunque éstas ya han pasado a ser casi anecdóticas comparando con el volumen de la modalidad cíber.

Donostia no es una excepción. En lo que llevamos de año la Guardia Municipal ha recibido 1.070 denuncias por estafa, de las que el 90% se cometieron por medio telemáticos. 2022 se cerró con la interposición de 1.028 denuncias por este motivo.

Otro dato que evidencia la forma en la han aumentado estas estafas es que, actualmente, son el segundo tipo de delitos que más denuncias acumula en la ciudad, tras los hurtos.

Según ha constatado la Guardia Municipal de Donostia, aunque la forma en la que se cometen las iestafas (estafas por Internet) puede variar, existe un patrón común: el delincuente genera un estado de necesidad en la víctima que aprovecha para conseguir que ésta actúe “sin pensar o hacer comprobaciones”.

Y es que el mensaje que se le hace llegar tiene el suficiente atractivo para creer que el objeto o servicio que se le propone es “posible o necesario” y que de no proceder a su adquisición de forma más o menos rápida corre el riesgo de perderlo.

Muchos son los ejemplos de las estafas por Internet de las que ha tenido noticia la Guardia Municipal. Entre estas se hallan las que se llevan a cabo a través de los portales inmobiliarios.

En este tipo de estafas el delincuente pone anuncios de venta o alquiler de viviendas a precios muy atractivos. Ante la demanda existente y lo ventajoso de las condiciones, la respuesta de las personas con necesidad de hacerse con una vivienda no se hace esperar. Cuando responden al anuncio, los estafadores acostumbran a solicitar un adelanto de dinero por alguna forma de pago telemática o les demandan que remitan cierta documentación que evidencie su solvencia económica.

Si se le envía el dinero o la documentación la estafa está rematada, ya que el importe abonado quedará en manos del o de los delincuentes y la documentación podrá ser utilizada por éstos para cometer nuevas actividades fraudulentas en nombre de la persona estafada.

La Guardia Municipal ha recibido también denuncias que tienen que ver con la actividad comercial. En este caso, la víctima o potencial víctima recibe una llamada telefónica en su establecimiento. Quien llama le dice que es amigo del jefe y les reclama el ingreso de cierta cantidad de dinero para, por ejemplo, no perder su licencia de actividad, realizar algún pago pendiente a Hacienda para que no le embargue el negocio etc. 

La amenaza acostumbra a ser lo suficiente grave como para generar tal miedo para que los empleados acaben realizando el ingreso, muchas veces de cantidades importantes.

Las modalidades son muy diversas, como lo son las formas en las que los estafadores contactan con la potencial víctima, algo que pueden hacer a través del teléfono móvil, las redes sociales, el correo electrónico...

Cebos numerosos

Son muchos los cebos que se usan y, en ocasiones, es difícil despertar la sospecha. Pongamos algunos ejemplos. Se aproximan elecciones y la potencial víctima recibe un mensaje en el que se le anuncia que ha sido seleccionada para participar en una mesa electoral. Se le da otra opción: pulsar un enlace en el caso de que no pueda ir.

Suma y sigue. Se pueden recibir mensajes en nombre de cargos públicos ofreciendo ayudas públicas, otros en los que se avisa a la posible víctima de que ha sido beneficiaria de un premio, notificaciones de entidades bancarias en las que le alerta de movimientos sospechosos en la cuenta corriente, pedidos por Internet que no llegan por tal cual motivo, virus informáticos detectados... La lista es irreproducible y ese clic sobre el enlace que se presenta como panacea o solución a todas las amenazas es la puerta abierta a la estafa. 

En esta nómina se incluye un mensaje muy frecuente en el que quien dice ser hijo o hija de la persona usuaria le avisa de que se ha quedado sin móvil y que pinche en un enlace que le manda para que le ayude económicamente.

Se han llegado a dar situaciones, muestra de la forma en la que los estafadores envuelven a sus víctimas, en las que éstas han pagado cierta cantidad incluso cuando quieren vender un objeto en Internet.

Como recuerda e insiste la Guardia Municipal, hay que tener muy presente que detrás de estas estafas se hallan personas “que se dedican a ello”, expertas en estos timos cada vez más frecuentes y, en ocasiones, sofisticados.

Para evitar en la medida de lo posible caer es este engaño, la Guardia Municipal recomienda adoptar una serie de medidas preventivas. La primera; desconfiar. Nadie da “duros a cuatro pesetas” y normalmente instituciones y entidades tienen sus canales de información y no suelen pedir datos por esta vía.

Además, antes de realizar cualquier movimiento o gestión en Internet es fundamental constatar que la página web es segura, y no hacerlo por coreo electrónico, un número de teléfono móvil o red social.

Comprobar la veracidad del mensaje es prioritario, asimismo, antes de efectuar cualquier ingreso económico. 

Otro consejo. Ante cualquier duda o sospecha consultar a la Policía y avisar a la persona, marca o supuesta institución de que se va a realizar la consulta. 

Sextorsión

No todas las estafas tienen como objetivo lograr un ingreso económico. Hay otra forma de extorsión, de terribles consecuencias, que se configura como una modalidad delictiva que está subiendo en impacto y denuncias: la sextorsión.

En este caso la víctima, normalmente, recibe una invitación de amistad en redes de una persona desconocida. Una vez aceptada comienzan las conversaciones hasta crear un ambiente propicio para proponer a la víctima que lleve a cabo acciones o posados de carácter sexual.

El delincuente le pide cierta cantidad de dinero a cambio de no propagar estas imágenes a todos sus contactos. Pero hay incluso ocasiones en las que a cambio de no propagarlas lo que se solicita es que siga mandando más imágenes, que el delincuente puede hacer circular de la forma que desee.

No pagar y hacer un pantallazo de las conversaciones, conseguir los datos del estafador, cortar la comunicación desactivando las cuentas y presentar la oportuna denuncia, son algunos de los consejos que da la Policía.

Porque, además, los limites geográficos de estas estafas son inabarcables. Quien estafa puede hallarse a miles de kilómetros. Una pista, en ocasiones el uso del idioma no es correcto.

En persona

Lo sofisticado de estas estafas hacen que las clásicas parezcan obra de aficionados. Pese a todo, a la Guardia Municipal le siguen llegando denuncias por otro tipo de estafas. El pasado año detuvo a los cuatro integrantes de una banda que llevaba a cabo el timo del tocomocho. Consiguieron estafar a la víctima 3.000 euros, que la Policía logró recuperar, haciéndole creer que tenían billetes de lotería premiados que compartirían con ella a cambio de cierta cantidad que les era necesaria para efectuar una gestión previa.

En la actualidad está abierta una investigación por un delito de similares características.