La asociación de vecinos de Martutene Sarroeta renovó el pasado lunes sus cargos y la presidencia pasó a manos de Maite Barron. Después de que la anterior junta vecinal diese a conocer sus deseo de finalizar su labor al terminar el mandato en octubre, dos candidaturas han competido para llevar la riendas de la entidad vecinal y, finalmente, ha sido Martutene Anitza/Martutene Plural la vencedora, por poco margen.

Barron explicó a NOTICIAS DE GIPUZKOA que es la primera vez que se presentan dos candidaturas para dirigir la asociación de vecinos y que la participación en las votaciones fue muy elevada, de 121 personas entre un total de 170 socios.

Martutene Anitza está compuesta por siete agrupaciones que confluyen en la candidatura: Jai Batzordea, AMPA de la ikastola, Euskara Batzordea, Danborrada, Martuko gazteak, Martutene Kirol Elkartea y Martutene Bizirik. Así, la directiva de la asociación contará con José Javier Seco ‘Txefo’ como secretario, Tania Manchado como tesorera y los vocales Usoa Aragon, Mario de la Torre, Irantzu Iturzaeta, Mariapi Arratibel y Alfonso Picabea, además de la presidenta.

“Trabajar con una mirada lo más plural posible” es uno de los objetivos de la junta, además de “crear y reforzar el sentimiento colectivo de barrio, de orgullo y de cuidado colectivo”. La entidad también quiere trabajar “con un modelo de gestión basado en un organigrama horizontal, definiendo un ecomapa y unas líneas estratégicas para dinamizar mejor el barrio”.

Un funcionamiento bilingüe y la promoción del euskera forman parte también de los objetivos de la entidad vecinal, que desea fomentar las buenas relaciones entre los residentes, así como con la comunidad educativa, la hostelería, el comercio, Martuteneko Kirol Elkartea, las sociedades gastronómicas, grupo de scouts, la parroquia, etc...

También prevén interpelar a las instituciones, especialmente al Ayuntamiento, “ampliando las relaciones y canales de comunicación, para que las necesidades del barrio se cubran” y crear planes de acción si no ven avanzar sus reclamaciones.

Más en concreto, la asociación centrará sus esfuerzos en la “seguridad vial y acceso peatonal y en bicicleta al entorno de la ikastola”, así como en mantener las paradas de autobús en la zona actual, un espacio privado de la gasolinera, donde se construirá un nuevo edificio de viviendas. Que la nueva rotonda que prevé crearse en la zona sea adecuada para el barrio es otro de sus objetivos.

La seguridad del apeadero de tren actual y del futuro que se contempla, la situación del edificio de Agustinos y el acceso al paseo da Barkaiztegi son otras preocupaciones de la asociación así como las conexiones con Txomin y resto de la ciudad de forma peatonal y en bicicleta.

La mejora de los servicios públicos, con la creación de un “ambulatorio acorde a la necesidad” es otro de los fines de la entidad, que reclamará también un WC público en el barrio, así como la limpieza del río, además de dotaciones culturales y deportivas.