Este sábado por la tarde no será un colectivo sino dos los encargados de encender la gran fiesta. Y es que en esta ocasión los invitados a protagonizar el Cañonazo festivo serán Aspace Gipuzkoa y Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa, quienes han cumplido 50 y 75 años, respectivamente. Hablamos con sus protagonistas, que a escasas horas de ponerse el pañuelo azul, se muestran ilusionados y expectantes. “Para nosotros cualquier buena noticia es una excusa para celebrar. El día que nos propusieron estar en el Cañonazo, nos pusimos tan contentos que decidimos salir a comer. Siempre intentamos hacer de lo bueno un disfrute”, comenta Rosa Iglesias, presidenta de Aspace Gipuzkoa.
Basta echar un vistazo al estado de su whatsapp (“¡Feliz!”), para intuir que Rosa es una mujer optimista, apreciación que se ve reforzada por un discurso salpicado de palabras como “suerte” y “agradecimiento”. “Ahora mismo estoy en la piscina, en una tumbona, al sol, junto a mi hija. Qué quieres que te diga, ella está muy afectada por la parálisis, pero es feliz, y nosotros también”.
"El día que nos propusieron estar en el Cañonazo, nos pusimos tan contentos que decidimos salir a comer. Siempre intentamos hacer de lo bueno un disfrute"
Iglesias, que tiene una hija de 37 años, Enara, con una severa parálisis cerebral, lleva más de 25 años vinculada a la asociación y no tiene más que buenas palabras: “Aspace significó un antes y después para las familias con niños con necesidades especiales derivadas de la parálisis cerebral. Hay que tener en cuenta que en ocasiones el diagnóstico tarda en llegar, dado que los síntomas se pueden confundir con otras dolencias o síndromes. En nuestro caso, por ejemplo, llegamos a Aspace cuando Enara ya tenía 10 años, y para entonces ya había acudido a una guardería y un colegio ordinarios…”.
"Aspace significó un antes y después para las familias con niños con necesidades especiales derivadas de la parálisis cerebral"
Para comprender mejor su alcance, es preciso subrayar que, gracias a convenios con diversas instituciones como Educación u Osakidetza, Aspace ofrece servicios que cubren toda la etapa vital de sus usuarios, desde la etapa escolar, con aulas específicas para niños con este tipo de necesidades, hasta la etapa adulta, mediante centros de día o viviendas adaptadas. En ese sentido, la presidenta señala que la atención hacia las personas con parálisis ha evolucionado muy positivamente en los últimos años: “Inicialmente, la atención estaba centrada en la rehabilitación, con el objetivo de mejorar la salud en general, pero hoy en día, además de en la parte física, nos centramos en el desarrollo evolutivo de la persona, reforzando todas sus capacidades y facultades. Hay parejas que se han conocido en Aspace y que gracias a la asociación viven juntos, pudiendo llevar una vida plena”.
Homenaje a las familias de Aspace
Fundada en 1971, la asociación de parálisis cerebral de Gipuzkoa, Aspace Gipuzkoa, soplaba sus 50 velas en plena pandemia, concretamente, en el año 2021. Como la ocasión no merecía menos, y coincidiendo con el Día Internacional de la Parálisis Cerebral que tiene lugar el primer miércoles de octubre, organizaron el 4 de octubre de aquel año un evento en Tabakalera, que reunió a padres y madres fundadoras, usuarios y profesionales. El propósito era homenajear a las familias que impulsaron la expansión de Aspace en el territorio, y también agradecer a la sociedad y las instituciones guipuzcoanas su apoyo. “Habíamos empezado a preparar el aniversario en 2019, pero un año después nos cogió la dichosa pandemia… Fue una época muy complicada, de mucho miedo e incertidumbre. Uno de nuestros usuarios falleció con tan solo 52 años a causa del virus y esto nos dio un palo tremendo… No estábamos para grandes celebraciones, por eso decidimos extender la conmemoración de octubre de 2021 a octubre de 2022, organizando diferentes actos a lo largo de esos doce meses. Como broche final, en Aspace Eguna hicimos una marcha que guardaremos siempre en nuestro recuerdo, porque se sumaron muchísimas personas: familias, voluntarios, instituciones, etc.”, relata.
Aspace Gipuzkoa atiende en la actualidad a 454 personas usuarias, de la mano de 374 profesionales, y además de su sede situada en el barrio de Berio de Donostia (Goienetxe), cuenta con una extensa red compuesta por 15 centros, que se extiende por todo el territorio de Gipuzkoa.
Objetivo de los focos, por una vez
Para la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa, 2023 está siendo un año “bonito e intenso” debido a las celebraciones por su 75 aniversario. Aunque la sociedad comenzó a gestarse en 1945, de la mano de un puñado de amantes de la fotografía, su fecha oficial de nacimiento se estableció tres años más tarde, concretamente, el 21 de abril de 1948, cuando vio la luz su primer libro de registro de socios. Susana Gajaca, actual presidenta de la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa y miembro de la misma desde hace una década, afirma que protagonizar el Cañonazo “supone un broche de oro a un año que está siendo inolvidable para nosotros”.
“Cuando recibí la llamada de Donostiako Festak proponiéndonos estar en Alderdi Eder, me quedé impactada, no me lo esperaba"
Sobre cómo están viviendo las horas previas al estallido de la fiesta, tan solo le bastan tres palabras: nervios, ilusión y orgullo. “Cuando recibí la llamada de Donostiako Festak proponiéndonos estar en Alderdi Eder, me quedé impactada, no me lo esperaba. Pero lo cierto es que no tuve ninguna duda de que debíamos estar ahí, no solo porque es uno de los momentos más importantes para los donostiarras, sino también porque es un reconocimiento a todos los socios de la Fotográfica que han hecho posible que cumplamos 75 años. Ha sido un gran esfuerzo llegar hasta aquí y se lo debemos a todos, por eso hoy se reunirá una amplia representación de nuestra agrupación: estaremos presidentes, vicepresidentes, vocales, miembros de la junta y socios”, aclara. En total, serán una veintena los miembros que estarán mañana junto al cañón.
"Como es la primera vez que voy a estar en Alderdi Eder, llevo varios días viendo vídeos para empaparme lo más posible sobre cómo se desarrolla el acto, la canción… No te niego que hay nervios"
Para esta apasionada de la fotografía convertirse en el foco de los objetivos va a ser toda una novedad. En ese sentido, reconoce que entonar el Artillero, tarea que llevarán a cabo junto con los miembros de Aspace Gipuzkoa, conlleva también cierta responsabilidad, para lo cual dice haberse preparado a conciencia: “Esta semana nos hemos juntado para hacer un ensayo general. Pero aparte de eso, en mi caso, como es la primera vez que voy a estar en Alderdi Eder, llevo varios días viendo vídeos para empaparme lo más posible sobre cómo se desarrolla el acto, la canción… No te niego que hay nervios, pero estoy convencida de que vamos a estar muy bien arropados por la corporación municipal”.
Si algo tiene claro es que el pañuelo azul no puede faltar. Por lo demás, no hay nada cerrado: “Teníamos idea de hacer camisetas o sudaderas con el logo de nuestro 75 aniversario, pero somos terribles para estas cosas… Se nos ha pasado el año y al final no hemos hecho nada”.
En cuanto a las actividades programadas para estos días, la presidenta declara que no va a faltar a las citas nocturnas de Sagüés: “Me encanta la música y escucho estilos muy diversos. Tener un chaval de 20 años influye mucho a la hora de ampliar el repertorio. Sofía Ellar, que actúa el domingo, es una de las que no me quiero perder, pero también tengo previsto ir ver a El Drogas, Antonio Carmona y Danny Ocean”, revela.
El resurgir de la fotografía analógica
Gajaca, quien está a punto de cumplir cuatro años en el cargo, se muestra orgullosa del camino recorrido por la asociación que preside, aunque lamenta que los últimos años no han sido fáciles: “Cuando entré como socia, en el año 2013, seríamos en torno a 800 miembros, y ahora somos menos de 400. No quiero decir que sea una mala cifra para nosotros, pero lo cierto es que tras la pandemia esta tendencia a la baja se ha agudizado en muchas asociaciones”. Además de un tejido asociativo más débil, constata que el sector se muestra preocupado por los efectos que puede tener la incursión de las nuevas tecnologías. “En mayo participamos en un congreso internacional de fotografía, en Bilbao, y allí se habló largo y tendido de los problemas que puede acarrear la inteligencia artificial en el ámbito de los concursos de fotografía, porque es muy difícil distinguir una foto real de la que no lo es”. Pero, a su juicio, ¿cómo debe ser una buena fotografía?: “Las fotos tienen que tener alma y esencia, y también imperfecciones. A fin de cuentas, como las personas”.
Aunque satisfecha por el recorrido realizado, Gajaca se muestra preocupada por la disminución de socios y la incursión de la inteligencia artificial en la fotografía
La digitalización y el auge de los smartphones han cambiado completamente el mundo de la fotografía; sin embargo, esta titulada en Dirección de fotografía cinematográfica se muestra optimista con el futuro del sector: “Hoy en día cualquiera que tenga teléfono móvil dispone de una cámara, lo cual me parece estupendo. Esto unido al uso de las redes sociales, hace que los jóvenes, que son muy creativos, vivan en la era de la imagen. Soy usuaria de Instagram y me asombro con la calidad de las fotos que cuelgan”.
La buena acogida que tienen los cursos y talleres que organiza habitualmente la Fotográfica y el resurgir de la fotografía analógica son otros de los signos positivos que observa: “Los últimos talleres, cursos y salidas que hemos organizado han tenido mucho éxito. La gente tiene ganas de aprender. Por otra parte, este año hemos lanzado un concurso de fotografía en blanco y negro y nos ha sorprendido la alta participación. La fotografía analógica está en auge, y esto lo vemos en el interés que ha despertado en los últimos años nuestro laboratorio, que está funcionando realmente bien”.