Los peatones ya no tienen que dar un rodeo para transitar entre la plaza del Buen Pastor y la calle Loiola, una conexión natural del centro donostiarra que quedó interrumpida a principios de 2020 con motivo de las obras del Topo en la zona y el cierre de la calle San Martín dentro de los primeros cambios de tráfico asociados a la reforma de la movilidad prevista.

Como se recordará, está contemplado que toda la zona sea peatonal una vez finalicen las obras del Topo. De hecho, el Ayuntamiento anunció que así sería en 2022, pero la realidad es que los trabajos del Topo no estarán finalizados hasta 2025, tras el retraso motivado por el socavón producido en la calle Zubieta y la nueva contratación de lo que quedaba de tramo sin ejecutar.