Visto los resultados obtenidos, desde Katalin Erauso se impulsará una nueva edición de la iniciativa que pretende abrir “a todo el colegio”.
De momento, se seguirá con el mismo grupo para avanzar en el camino andado, aunque el objetivo último es lograr que éste sea un programa “que se mantenga en el tiempo”.
“Para eso necesitamos que las instituciones nos brinden su ayuda”, añade Oteiza.
Durante el próximo curso escolar, explica Eva Salaberria, la idea es dar continuidad a la colaboración Catalina de Erauso-Donostia Lagunkoia, aunque para poder avanzar en la vía de involucrar al barrio y a distintos agentes que operan en el mismo hagan falta apoyos “para construir comunidad entre diferentes”. “Es el poder que tiene el arte, que nos ayuda a contribuir a que el barrio sea mejor”, apostilla.
Cara al curso próximo, inciden Munduate y Calvo, se buscará que los participantes “colaboren más en la parte creativa”.
“Queremos que sus sueños y sus deseos formen parte del material con el que trabajar”, asegura Munduate.
"Queremos que sus sueños y sus deseos formen parte del material con el que se va a trabajar"
En este punto, Irazusta interviene para lamentar que el centro haya “sido un gueto”. “Nuestro alumnado vive en la más pura segregación y no tiene otros vínculos, solo conocen las realidades de los que les rodean en el colegio. Cuando pasan al Instituto esta realidad cambia, pero no aquí”.
“Mientras desde el Gobierno Vasco no se acabe con la segregación, nuestra tarea pasa por impulsar este tipo de iniciativas”, constata Irazusta. “Nosotras no podemos acabar con la segregación. Mientras, trabajaremos en esta línea para propiciar que se genere un vínculo con el barrio y con otros escolares”, añade.
Este ha sido solo un principio, pero queda mucho por andar “poco a poco”. “Hace falta establecer una relación de intimidad en este tipo de iniciativas que no se logra de un día para otro”, afirma Oteiza.
La expresión artística es, en este sentido, una fórmula muy adecuada a utilizar, ya que supera las barreras existentes, por ejemplo, con el idioma, otro aspecto en el que Marta Irazusta observa muchas lagunas.