La candidata del PSE-EE a la Alcaldía de Donostia, Marisol Garmendia, ha propuesto este martes "volver al donostiarrismo que Goia ha ido perdiendo" y ha asegurado que, si llega al puesto, llevará a cabo un cambio "tranquilo y moderado" y ejercerá un "nuevo liderazgo de mujer" en el que la escucha y la participación serán dos señas de identidad.

Garmendia, acompañada de los integrantes de su lista Iñaki Gabarain y Ane Oyarbide, ha tomado parte en un desayuno informativo en el que ha asegurado que "hay descontento de la ciudadanía por cómo se ha gestionado la ciudad estos años con Goia al frente del Ayuntamiento, con falta de escucha, con la negativa a rectificar errores evidentes, como los cambios de tráfico que han generado problemas donde no los había". Asimismo, ha asegurado que el mandatario del PNV "ha perdido el liderazgo" y ha generado una situación "gris" que ella pretende modificar.

Garmendia ha asegurado que "revertirá" los cambios de tráfico, que "no han gustado a nadie" y que no han sido consultados con sectores implicados como los conductores de Dbus. La candidata socialista ha afirmado que los cambios de direcciones aplicados en el Centro "están ocasionando problemas donde no los había" y propuso la elaboración de un plan de movilidad "consensuado" con los implicados como vecinos, comerciantes, taxis, motos, etc...

Por otra parte, ha defendido la idea presentada la pasada semana de que el Ayuntamiento venda a la Real Sociedad el estadio de Anoeta con el fin de lograr fondos con los que reformar toda la Ciudad Deportiva de Anoeta, de la mano de todas las instituciones. Garmendia dijo que con la venta del estadio "ganan todos, el Ayuntamiento, la Real y los clubs deportivos". Recordó que "hace tiempo" comentó la posibilidad de la venta con el presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay. "Como la Real ha invertido tanto dinero en la reforma, le conviene patrimonializarlo", dijo Garmendia, que anunció que, desde el puesto de alcaldesa iniciaría un proceso de negociaciones y "fórmulas innovadoras" para lograr el objetivo de traspasar el campo de fútbol, actualmente de propiedad municipal.

Por otra parte, apostó por reforzar la seguridad en las zonas críticas de la ciudad con patrullas de la Ertzaintza y de Guardia Municipal a pie por los barrios, planes de videovigilancia y mejora de la iluminación. También defendió "movilizar 6.000 viviendas en los próximos diez años mediante una estrategia conjunta con el Gobierno Vasco para dar una respuesta a las necesidades de nuestros jóvenes" y que estos puedan vivir en su ciudad. "Que no sea un lujo, como dijo Goia", añadió.

La candidata socialista abogó también por "convertir San Sebastián en una ciudad de acogida, referente en materia de cuidados, con un Ayuntamiento comprometido en la defensa de la OSI Donostialdea y Onkologikoa".