La obra para transformar la estación del Norte de Donostia, de modo que pueda acoger también la parada del Tren de Alta Velocidad, sigue dando pasos hacia adelante. Desde el pasado mes de marzo, la marquesina que cubría las vías desde 1881, obra del ingeniero Jean Biarez, colaborador de Gustave Eiffel, fue desmontada para ser restaurada y repuesta una vez finalizada la obra. Después, comenzó el derribo interior del edificio de la estación, con acceso desde el paseo de Francia. 

Actualmente, un gran andamiaje se yergue junto a la fachada principal del edificio. El nuevo inmueble será totalmente nuevo y se le añadirán dos plantas más, retranqueadas, con un acabado similar al del cercano prisma de Tabakalera y una envolvente metálica exterior. Cada planta tendrá 600 metros cuadrados.

Este añadido persigue obtener más metros cuadrados en los que ubicar todos los espacios previstos en el proyecto de estación ampliada. El vestíbulo a ras de calle del edificio también crecerá, ya que ocupará el espacio situado bajo la marquesina de acceso de la antigua estación por medio de un muro-cortina de vidrio.

La obra, que concentrará las paradas para el TAV y para los trenes de largo y medio recorrido, terminará a finales de 2024 o principios de 2025, según ETS, que ejecutar los trabajos por encargo de Adif.

Tras la puesta en marcha el pasado noviembre de la estación provisional, a la que se accede por el lado de Egia, la obra se centra en la actualidad en el otro lado, el de la vieja estación, junto al paseo de Francia. Una vez derribado el edificio, con excepción de los elementos protegidos, los trabajos se centran ahora en este lado de la parada y la vía colindante con Mundaiz.

Iker Azurmendi

Subterráneos

Estos días se están montando las instalaciones auxiliares de la hidrofresadora, una máquina necesaria para seguir ejecutando los muros pantallas que delimitarán el nuevo vestíbulo soterrado del lado de la estación histórica. Los del otro lado ya fueron ejecutados para servir de vestíbulo de la estación provisional con acceso desde Egia. Ambas partes subterráneas, además del futuro pasadizo, sumarán 7.400 metros cuadrados y conformarán la zona de espera y vestíbulos subterráneos de la futura estación de Atotxa.

Los viajeros entrarán a la estación por el paseo de Francia y desde la cota de calle accederán a los trenes de cercanías. Bajando a la planta sótano se encontrarán con el vestíbulo para el TAV y el acceso a los andenes para estos trenes. Las vías de todos los trenes estarán a la misma altura.

Los convoyes del TAV pararán bajo la nueva plaza que surgirá entre el paseo de Federico García Lorca y Tabakalera, un espacio abierto de 5.700 metros cuadrados, que servirá de “techo” a esta nueva parada. Esta plataforma, que dará lugar a una plaza, no comenzará a ejecutarse hasta que estén finalizadas todas las infraestructuras ferroviarias. 

La estación contará con seis vías, cuatro de ancho estándar y dos de ancho mixto, con el tercer carril. Los tráficos de media distancia y larga distancia dispondrán de tres andenes centrales, mientras que los de cercanías ocuparán las dos vías laterales, según está previsto.

Pasarelas

Una vez terminada la obra, se derribará la pasarela peatonal creada junto al hotel Terminus sobre las vías del tren para poder acceder a la estación, ya que ahora está cerrado el pasadizo peatonal. La pasarela que unía la columnata situada frente al puente de María Cristina con Egia, por su parte, no se repondrá.

El pasadizo volverá a abrirse al finalizar de los trabajos, aunque con mayor amplitud. Mientras antes tenía 4,5 metros de ancho, en el futuro tendrá 12,5 en su zona más estrecha. También será más corto y permitirá acceder tanto a las estaciones tanto de tren como a la de autobuses.

La estación del Norte se comenzó a construir en 1863, bajo la dirección del ingeniero Letourneur, y se completó en 1880, de la mano de Jean Biarez, autor de la marquesina y del hotel Terminus. Más tarde, en 1905, se construyó la columnata con su pasarela, que unía el puente de María Cristina con la plaza de toros que existía en la explanada del actual paseo del Duque de Mandas.

El nombre de estación del Norte con la que se conoce esta infraestructura ferroviaria procede de que en sus inicios, la vía férrea a la que daba servicio era la de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España (CCHNE), conocida popularmente como «Norte» y posteriormente integrada en la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe).

De hecho, alrededor del reloj de la columnata se podía leer "C.de H." (Camino de Hierro) y "Del Norte", según recuerdan algunos.

Fachada de la Estación del Norte, en la actualidad. Pedro Martinez