El Ayuntamiento de Donostia estudia la posibilidad de transformar el edificio de Illunbe, sin más uso que el deportivo en el antiguo coso taurino, en un contenedor de empresas vinculado al parque tecnológico de Miramon, que “está casi colmatado”.

Así lo señaló ayer el alcalde, Eneko Goia, tras la Junta de Gobierno Local, en la que quedó aprobada la renuncia de las empresas Larrain y Loiola a comprar el complejo de Illunbe por 17 millones de euros para transformarlo en un centro comercial principalmente, como se preveía en 2016.

Finalmente, la unión de empresas que ganó el concurso para hacerse con el edificio (excepto el recinto multiusos) no pudo conseguir un adecuado conjunto de firmas comerciales para ocupar el espacio y ello, unido a la ampliación de Garbera y otros factores, hizo que Illunbe dejase de resultarle interesante, por lo que las firmas, finalmente, desistieron de abordar el proyecto, como se anunció el pasado año.

Por esta renuncia, el Ayuntamiento ingresará ahora el montante de la fianza, que asciende a 371.175 euros. Además, la sociedad ha tenido que pagar hasta ahora 931.095 euros como compensación por las prórrogas a la firma de la escritura.

El alcalde manifestó ayer que el no haber podido vender la parcela del edificio, así como la del aparcamiento trasero, es un “inconveniente”, ya que el Ayuntamiento no ha podido ingresar los 17 millones que tenía previstos, pero añadió que esta suma “queda subsumida en la liquidación del año 2022, que ha sido buena”.

La empresa que se ha retirado de la operación tampoco ejecutará los accesos al ámbito, como estaba previsto dentro del contrato.

Como se recordará, el Ayuntamiento tuvo que hacerse con la propiedad de Illunbe, y pagar más de 23,7 millones de euros a la familia Chopera, tras determinar los tribunales que el conjunto se había adjudicado a la empresa taurina sin el obligatorio concurso en 1997.

Ahora, el Consistorio ha iniciado conversaciones con el parque empresarial de Miramon para que Illunbe se pueda convertir en un apéndice del espacio empresarial, que necesita de nuevas instalaciones. Goia señaló que “básicamente” el edificio se transformará en espacios para acoger empresas, según las conversaciones actuales, aunque habrá más novedades aún en estudio.

Por el momento, se desconoce si el viejo edificio vinculado con la antigua plaza de toros y actual cancha deportiva se mantendrá, pero las empresas que ganaron el concurso habían previsto su derribo para rehacer el conjunto adaptándolo a sus planes comerciales y de ocio.

En 2021, antes de que renunciase la UTE ganadora del concurso para la venta de Illunbe, esta alcanzó un acuerdo con el Ayuntamiento con el objetivo de reorientar el contrato de cara a crear actividades vinculadas a Miramon así como viviendas en alquiler compartidas (coliving), entre otros usos.

“Lo más interesante parece poder vincularlo a la actividad del parque tecnológico, algo que ya se había apuntado pero que ahora se podrá hacer con mayor libertad”, concluyó Goia.