Áncora califica de “corrupción urbanística” la “demolición” de Aldamar 1, en el Centro de Donostia. La asociación defensora de mayor protección para ciertos edificios considera que la fachada debe ser mantenida y critica que es una operación con fines “especulativos”.

Explica Áncora que el edificio se erigió a finales del siglo XIX junto con la casa contigua de Aldamar 3, “respondiendo ambas a un proyecto arquitectónico común”, con “estructura de madera y fachada de arenisca”. Su protección ha sido solicitada “repetidamente” por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco y, al estar situado este edificio al lado de la Parte Vieja, recomienda “exclusivamente intervenciones de consolidación o restauración”.

Por ello, a Áncora le “sorprende” que el Ayuntamiento haya “autorizado al demolición de Aldamar 1, desoyendo un extenso y fundamentado informe del propio arquitecto municipal, que le otorga un valor patrimonial indiscutible”. La asociación califica de “especulativa” la operación, “de la que solo se salvan algunos arcos de piedra de la planta inferior”.