Las obras para mejorar la eficiencia energética de las fachadas conlleva muchas veces la reducción del espacio en los balcones, ya que en ocasiones los edificios reciben revestimientos exteriores, de unos 15 centímetros de ancho. La situación puede no resultar muy grave en el caso de los balcones de grandes dimensiones, pero supone un problema de primer orden cuando el espacio es pequeño y la reducción de 15 centímetros de vuelo lo deja casi impracticable.

Así lo indicó ayer el concejal de EH Bildu Ricardo Burutaran en una interpelación presentada en la comisión de Pleno de Ordenación del Territorio, en la que preguntó al Gobierno municipal si prevé reunirse con los implicados.

La concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus, coincidió con el edil de la oposición y señaló que, efectivamente, es un problema que se impulsen medidas de ahorro energético que tengan contraindicaciones como la reducción del tamaño de los balcones, que se han demostrado elementos muy necesarios en la pandemia.

Arzallus se mostró partidaria de llevar a cabo una reunión con afectados, como empresas de rehabilitación y administradores de fincas, entre otros, para ver cómo abordar la situación y favorecer que se puedan ampliar los balcones afectados. Por ahora se desconoce si haría falta una nueva interpretación de las normas u otra regulación. – C.A.