Donostia: El mausoleo franquista de Polloe perderá su carácter y homenajeará a los republicanos allí enterrados

Para otorgar una nueva significación al mausoleo, que hasta fechas recientes se creía solo ocupado por restos de personas franquistas, el instituto Gogora, dependiente del Gobierno Vasco, colocará una placa con los nombres de los 17 gudaris y milicianos que, según se ha podido saber hasta ahora, están también enterrados en el lugar, entre un total de 121 fallecidos consignados.

“Honraremos su memoria con la resignificación de este espacio, para recuperar su dignidad y hacer que la memoria perviva”, dijo Artolazabal, que añadió que con la placa se honrará a los 17 republicanos enterrados en el mausoleo. “Les rendiremos el homenaje y la despedida que no tuvieron hace 86 años”, recalcó. 

El Ayuntamiento, por su parte, colocará una escultura en memoria de las víctimas del franquismo, según anunció el alcalde. “El mausoleo recordará a las víctimas cuyos restos yacen aquí y servirá para que hagamos un ejercicio de memoria permanente del pasado de nuestra ciudad y de nuestro pueblo, en el que las libertades individuales y colectivas fueron laminadas por el fascismo”, manifestó el mandatario donostiarra.

La consejera destacó en su discurso que con la resignificación del mausoleo, la placa y la escultura, se pondrá fin a la “afrenta que supone” la inhumación de los cuerpos de los antifranquistas en el Mausoleo de los Mártires, “panteón franquismo erigido a mayor gloria y para el enterramiento del combatientes en el bando nacional sublevado”.

En el acto, al que acudieron algunos familiares de los difuntos republicanos que se sabe que estén en el lugar, tomó parte también la antropóloga de Aranzadi y responsable del proyecto, Lourdes Herrasti. La especialista explicó que tras llevar a cabo una inspección de la cámara mortuoria el pasado mes de junio y valorar el estado de conservación de los restos se analizó la posibilidad de identificarlos.

Sin embargo, como consecuencia de la humedad, la totalidad de los féretros han quedado destruidos y por ello se han ido mezclando los huesos superpuestos, que se encuentran amontonados en dos conjuntos de un metro de altura. “Consideramos inviable la posibilidad de poder establecer las identificaciones”, señaló la experta en un informe.

Dadas las circunstancias, y como no se pueden separar restos de los cuerpos para entregarlos a sus familiares, si así lo desearan, las instituciones han optado por dar un nuevo significado al mausoleo.

La existencia de 17 cuerpos de milicianos y gudaris enterrados junto con miembros del “bando nacional” fue descubierta el pasado mes de mayo tras una investigación llevada a cabo por la sociedad de Ciencias Aranzadi. Seguidamente, el Ayuntamiento retiró la placa que rezaba: “A la memoria de los asesinados por defender sus ideales, de Dios y de España. Una oración por sus almas”.

Aunque la mayor parte de los 17 difuntos antifranquistas eran milicianos llegados de otras ciudades, miembros del PCE, CNT, UGT y de las Milicias Populares, comunistas y anarquistas, también hay dos donostiarras y dos eibartarras.

El mausoleo franquista fue construido en 1939 y todos los republicanos que reposan en él fallecieron en acciones de guerra entre los días 22 y 25 de julio de 1936, tras lo que fueron enterrados en distintos lugares. En 1940 fueron trasladados al Mausoleo de los Mártires por razones desconocidas hasta el momento.