Conmemoración. Una marcha por los fallecidos en el incendio de 1813 fue el último de los actos de recuerdo que tuvo lugar ayer con motivo del 209º aniversario de la tragedia del 31 de Agosto. El desfile con antorchas y las voces de los coros rompieron el silencio emocionado del momento en la única calle de la vieja Donostia que se mantuvo en pie tras la destrucción de la ciudad. El simbolismo de las velas en los balcones en recuerdo de los difuntos llenó de emoción el momento, que atrajo a numerosos donostiarras. Foto: Arnaitz Rubio