El tema de la vivienda vacía y la forma en la que, de una forma u otra, los municipios pueden actuar para incidir en su recuperación y su utilización ha sido siempre complejo de tratar.

Ni tan siquiera resulta sencillo, solo hace falta observar los distintos criterios que aplican, qué condiciones debe cumplir una vivienda para que se considere vacía y no, por ejemplo, segunda vivienda.

Es esta una cuestión que lleva sobre la mesa de las personas responsables de la fiscalidad, no solo municipal, hace tiempo.

El Ayuntamiento de Donostia, gracias a un acuerdo alcanzado por el Gobierno local y Podemos para sacar adelante los presupuestos municipales de 2021, aplica ya un gravamen del 100% sobre el IBI a aquellas viviendas que están catalogadas como vacías.

Esta recarga sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles era del 50% en el ejercicio de 2020 y para 2022 la carga volverá a ser a del 100%.

Según explican fuentes municipales esto supone, en definitiva, “pagar como dos IBIs” y se alcanzarán los casi los 1,5 millones de euros recaudados en 2021, frente a los 1.157.000 euros que este gravamen supuso de recaudación a las arcas municipales en 2020.

Y es que en 2020 al tributo por IBI de la vivienda vacía de Donostia, 771.333 euros, se le sumaron 385.666 euros al aplicarse el recargo del 50%. Es esta la cantidad que se multiplicará por dos en 2022, rondando los 771.332 euros, siendo el cómputo general algo superior a 1,5 millones. 

Si se sigue echando la vista atrás las cifras disminuyen, habida cuenta que el recargo a aplicar era del 25% .

Según los datos del Consistorio, en el ejercicio 2020 eran 1.071 las viviendas que podían considerarse vacías, frente a las 916 que tenían dicha consideración en 2019.

Por barrios, el que mayor número de viviendas vacías acogía en 2020 era el Centro, con 588; seguido por Gros, con 144; El Antiguo, con 129; y Amara Berri, con 90. En la cola de esta nómina se sitúan Añorga, Miramon-Zorroaga y Loiola, con dos cada barrio.

Criterios

El Ayuntamiento, a la hora de considerar que una vivienda está vacía, se fija en distintos criterios. Uno de ellos es que no haya ninguna persona empadronada en la misma ni conste que acoja una actividad económica.

Pero, en aras a evitar la picaresca, el Consistorio fundamenta esta evaluación en el consumo de agua. En aquellas casas que cumplen con las dos anteriores condiciones se realizan mediciones y si el consumo es igual o mayor a 20 metros cúbicos por año se considera ocupada. Si el control indica que el consumo es igual o mayor a diez metros cúbicos anuales podría entrar en la catalogación de segunda vivienda. Por debajo de ese volumen, se hablaría de una vivienda vacía.

Pese a todo, apuntan desde el Consistorio, la propiedad siempre puede reclamar en el caso de que se aplique este gravamen, presentando las pruebas y argumentos que sean necesarios para evidenciar de que la vivienda no está vacía.

Realizar un censo de este tipo de viviendas es un primer paso que siempre ha resultado de compleja resolución por motivos diversos. De ahí que las distintas administraciones apliquen criterios que no resultan coincidentes.

Es el caso del Ayuntamiento de Donostia y el Gobierno Vasco, institución esta última que se sustenta sobre mediciones y controles de dos años para ver si la vivienda puede considerarse vacía.

En Donostia “si se ve que en un año no hay consumo de agua se cataloga la vivienda como vacía” siempre, insisten, con esa posibilidad de reclamación y revocación del gravamen.

Las ordenanzas fiscales, en el apartado de bienes inmuebles de uso residencial sujetos a recargo por no constituir residencia habitual, fijan una serie de excepciones a la hora de aplicarse el recargo

En este listado se incluyen supuestos varios. Entre otros, que sean pisos puestos a disposición de alguna entidad pública que tenga entre sus fines la puesta en alquiler de los mismos, viviendas cuya titularidad corresponda a personas empadronadas en residencias de la tercera edad o aquellas que exijan para su alquiler reparaciones o adecuaciones importantes y cuyos titulares carezcan de los recursos financieros suficientes para llevarlas a cabo