Era Donostia recomendada como destino turístico, entre otros muchos motivos, “por la alegría de su vida exuberante”, la benignidad del clima y la belleza de las playas.

No ere desdeñable, y así se informaba al potencial visitante, que San Sebastián

También destacaba por su seguridad, ya que “pocas poblaciones tendrán la fortuna de disfrutar de la imperturbable tranquilidad de esta”.

Así se promocionaba Donostia como destino turístico en 1913 a través de la Guía Ilustrada para el Forastero, una publicación con 150 páginas, un buen número de las mismas dedicadas a la publicidad de negocios y establecimientos que operaban por aquella época en la ciudad.

El anuncio inaugural era de alto copete, dedicado al champagne Mons, “proveedor de SS.MM los Reyes de España y de su alteza real la serenísima señora Infanta Isabel”.

Fue esta profusa guía subvencionada “por el excelentísimo Ayuntamiento de San Sebastián en el concurso de 1911” y consultarla supone, para las personas curiosas que así lo hagan, un viaje en la máquina del tiempo.

¿Quieren saber si el cambio climático se está dejando notar en Donostia? Comparen los datos. En 1912 la temperatura media fue de 14,8 grados y los días de lluvia, 75.

Con tantas virtudes, incidía la publicación, no era de extrañar que “la familia real y su brillante cortejo” se trasladaran al palacio Miramar para disfrutar del verano.

Los forasteros a los que se dirigía la publicación también podían conocer así distintas rutas a realizar en la ciudad pero también visitando otros municipios del territorio, como Eibar, Tolosa e Irun.

Y en la Bella Easo, excursiones a Urgull o a Ulia, haciendo uso de su “transportador”. Como sugerencia, visitar sus monumentos, la iglesia de San Vicente, Santa María, la Escuela de Artes y Oficios o el Instituto General y Técnico de Gipuzkoa.

Cita ineludible, las playas, entonces solo dos: Ondarreta y La Concha, “la playa más bonita del mundo entero”.

Distracciones, a elegir, porque “San Sebastián es la corte de los placeres, en ella el forastero no tiene tiempo de aburrirse”. Pero no piensen mal, porque los placeres a los que se hacía referencia eran de carácter deportivo casi en su totalidad.

Otra información inevitable, la de los hoteles. La lista poco tiene que ver con la de hoy en día y se dividía en hoteles de primera, segunda y tercera. Se incluía también una nómina de restaurantes y de “garajes”, además de bancos y sociedades de crédito.

En la página de servicios, además de otros datos de interés, como la ubicación del telégrafo, se informaba de las tarifas de alquiler de los coches de punto.

Digitalizado

DonostiaTeka es la Biblioteca Digital de Donostia Kultura, un filón para quienes se interesan por las crónicas de la ciudad, aunque los contenidos que recoge son muy diversos.

Permite el acceso directo a colecciones guardadas desde el nacimiento de la Biblioteca, en 1874, que posteriormente han sido objeto de un proceso de digitalización.

Pero es que desde aquellos inicios la Biblioteca Municipal, que echó a andar en la calle Andía bajo la dirección de José López Aizpuru, ha prestado una atención prioritaria a los fondos vinculados con la ciudad, de ahí que se pueda encontrar numeroso material sobre su historia, evolución y curiosidades.

A DonostiaTeka se accede a través de la página del Ayuntamiento, donde desde 2020 funciona en sustitución de la anterior biblioteca digital, que se creó en 2004 y que fue objeto de un proceso de modernización.

Partituras, planos, revistas, libros, diarios, carteles, fotografías... En la caja de sopresas de DonostiaTeka caben contenidos variados.

La hemeroteca recoge publicaciones diversas, desde las de interés general y divulgativo a las revistas especializadas.

Pero, además, guarda colecciones que investigadores y el público en general consultan con frecuencia, una oportunidad que de no funcionar el servicio difícilmente tendrían. Continuar con la digitalización de nuevas colecciones es uno de los objetivos de DonostiaTeka.

La vida sportiva; La afición, revista taurina dirigida por Curro Faroles; Novedades, revista semanal ilustrada; La Galerna, semanario koshkero; La Semana en San Sebastián, semanario ilustrado; Pitorreo y medio, semanario joco-serio; San Sebastián, revista anual ilustrada... Revistas para la consulta de las que hay testimonio, en algunos casos, desde finales del siglo XIX.

Y de los libros la huella se marca ya en el siglo XVIII como es el caso, por ejemplo, de la Historia civil, diplomático, eclesiástica anciana y moderna de la Ciudad de San Sebastián (Manuscrito). Con varias noticias particulares pertenecientes a la provincia de Guipúzcoa, de 1798. La historia avanza con publicaciones como el Indicador general para el forastero: San Sebastián, Pasajes, Alza, Rentería, de 1909; María del Coro: Toma, saqueo y destrucción de la ciudad de San Sebastián el 31 de agosto de 1813, de 1913 y una lista de publicaciones diversas que llegan hasta nuestros días.

Para las personas amantes de la cartografía, la oferta es también curiosa y amplia y arranca en 1730. De 1830 es el primer ejemplar de periódics que se recoge, con Estafeta de San Sebastián, periódico político, literario e industrial.

Acceder a DonostiaTeka es abrir una ventana a fondos curiosos. Un paseo por el pasado y un puente al presente.