- El centro cultural Koldo Mitxelena reúne en una muestra un centenar de fotografías realizadas en el último tercio del siglo XIX por José Brunet, industrial y concejal donostiarra que captó con su cámara la transformación urbanística de Donostia ganando terreno al mar e impulsando nuevas áreas económicas como el turismo y el comercio.

Comisariada por Lola Horcajo y Juan José Fernández Beobide, la exposición Aurrera eraginez-Progresando, que estará abierta al público desde el viernes hasta el 30 de julio, ha sido organizada por el departamento foral de Cultura en colaboración con Fomento de Donostia. Son imágenes inéditas que reflejan, a través de la mirada de un fotógrafo aficionado, el espíritu de la sociedad donostiarra de final de siglo XIX, que rechazó "quedarse anclada en el pasado" y, tras derribar las murallas, "decidió avanzar" para "poner las bases de la ciudad actual", explicó ayer Horcajo.

Es una ciudad "deseosa de lo moderno" cuyos habitantes pasaron en poco tiempo de tener que ir a por agua a tener agua en las casas, alumbrado público, tranvía y ferrocarril. De estos avances dio cuenta el fotógrafo aficionado José Brunet, miembro de una familia de orígenes catalanes asentada en Donostia desde el siglo XVIII, propietaria de Tejidos e Hilados de Lasarte Oria, de una fábrica de botellas en Ondarreta y que fue uno de los impulsores del tranvía y del casino.

Sus descendientes han guardado y preservado el archivo personal de Juan Brunet y su biznieto y actual propietario, Joaquín Mencos Doussinague, marqués de la Real Defensa, ha ofrecido la colección, que se encuentra depositada en el Archivo Real y General de Navarra.

La idea de realizar esta exposición fue fruto de una causalidad, ya que un amigo de Joaquín Mencos trasladó a Fomento San Sebastián que éste último tenía unas fotos "muy buenas" de Donostia tras lo cual se procedió a su restauración y documentación.

Las diferentes salas del área expositiva del Koldo Mitxelena ofrecen al visitante imágenes de la construcción del ensanche de Antonio Cortázar, del puente de madera que precedió al actual puente Santa Catalina, y de las zonas del mar y ría que fueron rellenadas con arena procedente del actual barrio de Gros transportada en un pequeño tren, entre otras.

El edificio de la Diputación Foral de Gipuzkoa durante su construcción en 1884 o el del casino, actual sede del Consistorio donostiarra, la antigua plaza de toros de madera de Atotxa y las diferentes fases en la realización del túnel del Antiguo son otros elementos de la fisonomía de la ciudad que recogió Brunet.