- El Ayuntamiento de Donostia dará hoy luz verde al concurso para encargar un Plan de Arbolado para la capital guipuzcoana con el fin de "establecer las condiciones y estrategias que permitan realizar una planificación global para conservar, mejorar y potenciar el patrimonio arbóreo".

El Plan Director de Arbolado Urbano deberá ofrecer una "visión integral" de los ejemplares que hay en la ciudad con el fin de "analizar y optimizar su gestión", según señala el documento que aprobará el equipo de gobierno.

La empresa que quede encargada de elaborar el Plan Director del Arbolado tendrá que llevar a cabo un diagnóstico "lo más preciso posible" de la situación actual de los ejemplares que pueblan las calles y plazas de Donostia, además de identificar los problemas y conflictos que planteen. También deberá proponer soluciones.

Además, las distintas acciones aconsejadas deberán ser cuantificadas económicamente y perseguirán buscar que el arbolado de la ciudad sea "sostenible y racional".

Una vez elegida la empresa especializada que redacte el Plan de Arbolado para los ejemplares urbanos de Donostia, tendrá un año para entregar el trabajo. El precio de licitación del concurso es de 112.118 euros, con el 21% de IVA incluido.

Aunque en la capital guipuzcoana hay numerosos árboles nuevos, las plantaciones son continuas, tanto por parte del Ayuntamiento y la Diputación como por parte de colectivos naturalistas.

Por ejemplo, a lo largo de 2020 los parques y zonas verdes fueron escenario de la plantación de 10.000 ejemplares de árboles autóctonos. Por contra, se retiraron 1.148 individuos, muchos de ellos derribados por temporales y otros, secos y enfermos por un hongo u otros males.

El peligro de caída sobre los viandantes estuvo en el origen de la retirada de gran parte de los árboles que se quitaron de las calles y parques.

Por otra parte, la formación Elkarrekin Donostia, que ha reclamado en varias ocasiones la redacción del Plan Director de Arbolado, pidió ayer un diagnóstico sobre las zonas naturales "ante la continua proliferación de proyectos urbanísticos que están restando áreas verdes y rurales a Donostia, como los de Antondegi, Belartza o la nueva sede del Basque Culinary de Gros", según criticó la corporativa Haizea Garay.