donostia - El caserío Benartegi, ubicado en pleno parque fluvial de Txomin Enea y muy cerca de la rotonda del polígono 27, se transformará próximamente con el fin de servir como almacén de piraguas al club Donostia Kayak, cuya sede actual situada muy cerca, será demolida. El caserío, construido en el siglo XVIII, tuvo su pequeño puerto y en él se construyeron txalupas y gabarras, según algunos estudiosos del barrio de Loiola.

En su nueva personalidad, Benartegi seguirá ligado al cauce fluvial, ya que su planta baja será reacondicionada para acoger las piraguas que utilizan los deportistas. Como el casrío se encuentra en una zona inundable, en caso de crecida, el almacén se llenará de agua, lo que no supondrá un problema para las embarcaciones allí almacenadas.

El pasado martes, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Donostia dio su aprobación al concurso para llevar a cabo las obras de refuerzo de la estructura y la habilitación de la planta baja del caserío loiolatarra, una obra que tendrá un precio de 193.000 euros (IVA incluido). Una vez elegida la empresa de construcción, esta tendrá un plazo de cuatro meses para llevar a cabo la actuación contratada.

En los últimos tiempos, el caserío deshabitado del camino de Kristobaldegi ha acogido obras de limpieza general de enseres y de reforzamiento a causa de su mal estado. Por ejemplo, se han derribado y desescombrado las distribuciones que existían en la planta baja y primera. Además, como la estructura no ejercía correctamente su función, se ha apuntalado con elementos metálicos y distintas piezas de madera.

Las obras, que comenzarán una vez elegida la empresa, tendrán como objetivo fundamental reforzar el edificio de cara al futuro y con el fin de que la primera planta, por el momento sin finalidad concreta, pueda ser también utilizada, en caso de que el Ayuntamiento lo decida. En tal caso, además, se tendrán que rehabilitar los forjados actuales de madera, que no se encuentran en condiciones aptas para acoger usos públicos.

La solución elegida para rehabilitar la vieja estructura de madera del edificio consistirá en adosarle otra metálica, abrazando los pilares y vigas, para consolidar el conjunto. Para ello, habrá que acondicionar primero el apuntalamiento existente y reforzarlo también.

se eliminará la escalera El viejo caserío cuenta con una escalera de doble tramo de estructura de madera para comunicar ambas plantas, que será derribada con el fin de que el piso bajo disponga de más espacio para dejar las piraguas. Durante la obra se colocarán también protectores de paso-anti pájaros en todos los huecos abiertos en las fachadas.

Las campas que rodean este edificio fueron el escenario hace ocho años de varias sesiones de conciertos del ciclo Musika Parkean. Entonces, el Ayuntamiento barajaba la posibilidad de convertir el antiguo caserío en un espacio para exposiciones y otras funciones destinadas a los vecinos. Sin embargo, el hecho de que el caserío se encuentra en zona inundable desaconsejaba usos culturales.

Finalmente, la práctica del remo, cuyas sedes ya se encuentran a orillas del Urumea, permitirá ocupar, aunque parcialmente, el edificio, uno de los pocos caseríos que quedan en la zona.