donostia - Las víctimas del franquismo recibieron ayer un sentido homenaje en Donostia, donde representantes de las principales instituciones vascas participaron en una ofrenda floral con motivo del Día de la Memoria Histórica, que tuvo lugar en el exterior del consistorio, en la misma fecha en la que entraron las tropas franquistas en la ciudad en 1936.
Representantes del Gobierno Vasco, como los consejeros Josu Erkoreka e Iñaki Arriola, además de miembros de la Diputación foral de Gipuzkoa, de las Juntas Generales del territorio y de la Corporación donostiarra, encabezados por el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, asistieron a esta cita cargada de simbolismo, ante la escultura Dual.
Esta obra, de los artistas Amaia Mateos y Tomás Villanueva, representa la bahía de La Concha, el río Urumea y la playa de La Zurriola sobre una gran plancha de acero con 400 agujeros, que recuerdan al mismo número de personas asesinadas en la ciudad por el franquismo.
Además de los ediles del PNV, PSE-EE, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP, el homenaje contó con la participación de la portavoz foral, Eider Mendoza, y de la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, Ain-tzane Ezenarro, entre otros. El acto arrancó con la interpretación de varias piezas conmemorativas por parte de la banda municipal de txistularis junto a la escultura, custodiada por dos guardias municipales con uniforme de gala.
Seguidamente, Goia pronunció un breve discurso en el que recordó el 83 aniversario de la entrada de los requetés en la capital guipuzcoana y la caída de la ciudad en manos de los sublevados contra la República, en el que explicó que “recordar no es querer reverdecer odios” y “dignificar a los que no lo fueron no significa renovar afrentas”. “Simplemente -añadió-, supone poner luz a un largo período cubierto de miedos, ausencias, silencios e injusticias nunca reparadas”.
Goia lamentó además que, después del tiempo transcurrido, “los esfuerzos por poner cifras a los perseguidos y represaliados, la dificultad de obtener datos concretos y documentación fidedigna dan fe de cómo se llevaron a cabo los crímenes y cómo durante décadas se eliminaron las pruebas y se paralizó a los testigos”.
Tras las palabras del alcalde, los sones de la banda de txistularis volvieron a escucharse mientras los asistentes, varios de los cuales portaban ikurriñas y banderas de la II República Española, insertaban flores en los agujeros de la escultura. - Efe