Cantera de futuros piratas
Ni la lluvia ni el viento impiden a los más pequeños disfrutar de su particular abordaje en el muelle
Al abordaje desde pequeñitos. Tras un día duro para Donostiako Piratak por las denuncias por ataques sexistas y la posterior suspensión de todos los eventos del puerto, el abordatze txiki recuperó ayer la ilusión y las sonrisas en el muelle donostiarra. Y todo ello pese a la desagradable climatología. El puerto de Donostia se llenó de chavales desde bien pronto para disfrutar de un paseo en balsa convertidos en piratas. El trayecto era breve, unos cuantos metros desde la rampa principal, y las balsas no las crearon ellos, pero la ilusión y las risas poco tenían que envidiar a las del abordaje de los mayores.
La música animó la mañana e hizo olvidar la lluvia y el viento que azotaban el puerto. La labor de los organizadores fue fundamental, ayudando y animando en todo momento. “Ayudar a los niños a entrar al agua y tratar de que se diviertan”, esa era su labor según relató uno de ellos, Markel Berasaluze. Bailaron, cantaron e hicieron casi de todo por los niños. Y también por ellos mismos: todos los organizadores eran jóvenes y se lo estaban pasando bomba, casi igual que los pequeños piratas, que estaban encantados.
Los niños o aprendices de piratas fueron los verdaderos protagonistas de la mañana. Las balsas hicieron más de 70 viajes con dos o tres niños en cada uno. Además del paseo, si tenían suerte acababan volcando también. Iñaut, de ocho años, acabó muy contento: “He saltado del barco y he ido rápido, rápido a por el pañuelo”. Otra de las más alegres era Ur, de diez años, que contó que este año no habían volcado, pero que otras veces que había venido sí. Confirmó su presencia el año que viene de manera tajante.
La que parecía más veterana del pirateo era June, también de diez años. La donostiarra explicó que había venido “muchas veces” y que volverá el próximo año. También miró al futuro: “Cuando sea mayor vendré al abordaje grande seguro”.
Su padre reconoció que “es un momento emocionante” para los pequeños de la casa. Aunque los padres también se animaron, y mucho, al abordaje metiéndose en el agua con sus hijos como si nada. Visto lo visto, hay cantera pirata en Donostia.
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