donostia - El juzgado contencioso administrativo número 2 de Donostia ha emitido una sentencia en la que rechaza las pretensiones de las empresas Vusa y Saibigain XXI y ratifica que los 116.000 metros cúbicos de piedras vertidas sin permiso previo en la zona de Belartza Alto, o Belartza 2, en 2016 deben ser retiradas, tal y como ordenó el Ayuntamiento con posterioridad.
Después de que grupos ecologistas y vecinales denunciasen el depósito de piedras en unos terrenos naturales, el Ayuntamiento otorgó una licencia de vertido provisional para los materiales que habían sido extraídos de la denominada Cantera de Belartza, donde ahora funcionan un supermercado y un restaurante de comida rápida.
Sin embargo, una vez pasado el plazo de 20 meses establecido en el permiso provisional, el Ayuntamiento rechazó las pretensiones de las empresas para mantener en el lugar el gran montón de material extraído. En concreto, los promotores argumentaron que las piedras eran necesarias para rellenar vaguadas y alisar los terrenos de cara al nuevo polígono que se proyecta en la zona alta de Belartza, que inicialmente estaba destinado a ser de carácter industrial y últimamente se ha modificado para que pueda ser también comercial.
Tras el rechazo municipal a permitir que se mantuvieran las piedras junto a zonas de protección natural, los promotores anunciaron que no retirarían el material y que recurrirían a los tribunales. Así lo hicieron pero estos últimos les ha quitado la razón, además de condenarles a pagar 600 euros por las costas del proceso.
En su sentencia, el juzgado recalca que el relleno de piedras era “provisional” y añade que “la situación debe volver a ser la anterior a la ejecución” del proyecto de Belartza Alto, que no ha concluido su tramitación urbanística. De hecho, en diciembre el Ayuntamiento aprobó sacar a exposición pública el convenio con la promotora Saibigain XXI para construir el nuevo espacio terciario en Belartza 2, que tendrá un máximo de 33.500 metros cuadrados comerciales de un total de 70.000 también para actividades hosteleras y empresariales. El convenio se compromete a preservar “las masas arbóreas autóctonas de mayor valor ubicadas en la vaguada Errekatxulo, vaguada Irubide y ladera oeste”, según informó el Consistorio.
El proyecto de Belartza ha sido objeto de un sinfín de conflictos desde sus inicios. Grupos ecologistas como Haritzalde llevaron a los tribunales la licencia temporal de depósito de materiales y la Ertzaintza llegó a trasladar a la fiscalía el vertido, por considerarlo delictivo.