“Amona, ¿nos llevamos la gallina a casa?”

Los animales fueron ayer uno de los éxitos de la feria de Santo Tomás de Donostia. Los visitantes pudieron ver de cerca desde cabras enanas, ovejas, burros y gallinas hasta búfalos y alpacas. La exhibición de animales se desarrolló en la plaza Okendo como en años anteriores, y sus principales espectadores, como no podía ser de otra manera, fueron los más pequeños de la casa y sus familias.

Muchos contemplaban los animales hasta que les atacaba el hambre, en un día en el que la txistorra era la gran protagonista. Según se acercaba el mediodía, los niños se iban alejando de las jaulas animados por sus familiares a llenar el estómago.

Otros, en cambio, se resistían más. Unax, que no supera los siete años, intentaba convencer a sus abuelos de llevarse una gallina a casa. El deseo de tener una mascota se avivaba para muchos tras una sesión de zoológico.

Los padres y madres disfrutaban de la felicidad de los hijos aunque también sufrían las apreturas, especialmente los que llevaban carritos de niños. Una mujer con el bebé sujeto al pecho caminaba entre la gente sin problemas. Ainhoa, madre de gemelos, la miraba y admitía entre risas que “aunque haga mucha ilusión disfrutar del día con los niños, es caótico y más cuando el carro es para dos”.

“Es diferente disfrutar de la juventud y de este día entre amigos o hacerlo cuando eres padre y tienes niños. Te diviertes, pero de manera diferente”, admitían Mikel y Oihana, una pareja que viene desde Hernani todos los años y que goza de la fiesta.