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La travesía de Loiola tendrá finalmente tres carriles para no provocar atascos de tráfico

El departamento de Movilidad ha solicitado descartar que haya solo dos carriles, como preveía el anterior proyecto | El Ayuntamiento baraja crear un edificio de parking

La travesía de Loiola tendrá finalmente tres carriles para no provocar atascos de tráficoJavi Colmenero/ Ruben Plaza

donostia - El proyecto para remodelar la travesía de Loiola, que preveía dejar solo dos carriles, en lugar de los cuatro actuales, para suavizar el tráfico y dejar sitio a amplios espacios peatonales, se ha retocado por petición del área de Movilidad del Ayuntamiento. El departamento mostró su preocupación por la situación de los autobuses en este punto, lo que ha llevado a encargar un estudio de alternativas, que ha dado como resultado la necesidad de añadir un tercer carril para dar flexibilidad al flujo circulatorio.

Así, según la propuesta actual, la nueva travesía contará con dos carriles en dirección al centro de Donostia y uno en dirección a Martutene. Los dos exteriores tendrán una anchura de 3,25 metros y el central, de 2,75, por lo que, en realidad, la superficie de calzada actual se reducirá a la mitad.

El proyecto anterior contemplaba un solo carril de circulación en cada sentido, amplias aceras, bidegorri y zonas verdes. No incluía espacios para aparcamiento ni huecos en las aceras para autobuses. Es decir, que los coches deberían esperar mientras los autobuses cogían y dejaban viajeros, lo que ha sido desaconsejado por los especialistas de Movilidad.

La necesidad de redactar un nuevo proyecto es el motivo por el que esta obra principal para el barrio de Loiola, la última que dará un nuevo aire al histórico núcleo donostiarra, no ha comenzado aún, según explicó a este diario el concejal de Proyectos y Obras, Enrique Ramos.

No obstante, el Consistorio sí ha iniciado ya, como se puede percibir en la zona, la construcción de la rotonda de los cuarteles, que sustituirá al cruce semafórico que ha funcionado en las últimas décadas en uno de los extremos de la travesía de Loiola. En principio, esta rotonda se iba a construir a la vez que la denominada bulevarización de la travesía, pero finalmente los trabajos se han adelantado para hacerlos coincidir con los de creación de una nueva acera y bidegorri entre el puente de los cuarteles y Txomin.

Otro de los cambios que afectará al proyecto de bulevarización es el relacionado con el parking subterraneo previsto que, en la actualidad, no tiene visos de convertirse en realidad. Los distintos sondeos llevados a cabo en los últimos años entre la población de Loiola para saber si habría demanda suficiente para construir un parking (los vecinos tendrían que comprar las plazas) han desaconsejado la idea de crear un parking bajo la propia travesía.

Los responsables municipales saben que el nuevo diseño hará perder plazas de aparcamiento, por lo que creen necesario un estacionamiento. Según explicó Ramos, “se está estudiando la posibilidad de hacer un edificio de aparcamientos”. Esta última opción supondría crear una construcción de varias plantas, similar a la que existe, por ejemplo, en el barrio de Larratxo y en otras ciudades cercanas, como Baiona, que haría innecesario crear un aparcamiento subterráneo. No obstante, la decisión está aún en la mesa del Gobierno municipal.

Aunque este tipo de infraestructura tiene mayor impacto estética, es más barata y flexible. Se le pueden añadir plantas si es necesario así como transformarse para otros usos.

Por ahora, se desconoce cuándo podrán comenzar los trabajos de adecuación de la nueva travesía de Loiola, de 600 metros de largo, pero el gobierno municipal confía en que las primeras máquinas puedan entran en la zona a finales de este año.