donostia - El alcalde de Donostia, Eneko Goia, manifestó ayer que, una vez reconstruidos los puentes de Espartxo y Astiñene, la única pasarela con obstáculos hidráulicos sobre el Urumea a su paso por la capital guipuzcoana será la de los cuarteles. Goia manifestó que, en distintas conversaciones mantenidas con el Ministerio de Defensa, tanto por escrito en reuniones personales, la institución del Estado ha asegurado que llevará a cabo el cambio del puente aunque, por el momento, se desconoce cuándo prevé dar inicio a esta actuación.
Goia explicó que, según el plan de la Agencia Vasca del Agua (Ura) para suprimir los obstáculos que favorecen las inundaciones, Defensa no solo debe abordar la sustitución del puente de los cuarteles, que es de su titularidad, sino también llevar a cabo una reforma en la curva del río. “Está previsto que el ángulo, casi recto, que hace el río en este punto se vea desprovisto de una franja de terreno, con el fin de hacer la esquina más redondeada”, explicó Goia. Esta reforma del cauce también persigue facilitar el curso del agua sin obstáculos. “Dicen que lo harán pero por ahora no sabemos nada”, declaró el alcalde.
Goia hizo estas manifestaciones después de la junta de gobierno local, en la que se aprobó el expediente de contratación de las obras del puente de Espartxo, en Txomin. La nueva pasarela comenzará a construirse antes de seis meses, ya que es necesario que las empresas concursen y que una de ellas sea seleccionada. El plazo de ejecución se calcula en 14 meses por lo que el nuevo paso sobre el Urumea no será realidad hasta dentro de dos años, aproximadamente. Cuando se construya, se derribará el actual, que data de 1912.
La pasarela tendrá 59,4 metros de largo y una anchura de 18,3 metros. “No tendrá pilares sobre el río de modo que permitirá al agua discurrir de forma natural, sin tener que chocar contra la barrera que suponen los actuaciones pilares”, dijo el alcalde. La única pila del futuro puente estará situada en uno de los extremos de la pasarela, en zona inundable aunque no dentro del cauce. La obra ha sido diseñada por el equipo de Arenas y Asociados, que también es el responsable del viaducto de Morlans y del puente de la Real Sociedad.
El coste de la actuación está presupuestado en 2,8 millones de euros, aunque las empresas podría ofrecer cantidades inferiores.
El puente de Astiñene, cerrado en la actualidad por grietas, será reformado para permitir el paso de peatones y vehículos y, posteriormente, se sustituirá por uno nuevo.