donostia - El concejal de Medio Ambiente, Alfonso Gurpegui, reiteró ayer que la nueva Ordenanza del Agua nace marcándose como uno de sus principales objetivos el cambio de un parque de contadores envejecido. Insistía sobre la idea de que los técnicos defienden su sustitución cada diez años como forma de garantizar su fiabilidad y recordaba que, de la mano de la nueva ordenanza, los contadores pasarán a ser de titularidad municipal y será el Consistorio el que se haga cargo de los cambios.
De este modo respondía al concejal de EH Bildu, Ricardo Burutaran, que denunció ayer que la nueva normativa “obliga a la gente a tener que pagar cada 10 años por un nuevo contador”.
Burutaran también criticó el hecho de que se incluya la obligatoriedad de abonar una fianza al realizar el contrato del servicio de agua. A este respecto Gurpegui aseguró que la figura de la fianza ya aparece en la norma en vigor, aunque no se aplique, y que el Ayuntamiento no tiene “ningún problema” para aceptar la enmienda que EH Bildu ha presentado para que se retire.
Burutaran, en su comparecencia de ayer, también lamentó que en la ordenanza se prevea que “sea el usuario el que costee la instalación de una bomba” cuando el agua no llega a su hogar “con la suficiente presión”, a lo que el edil de Medio Ambiente respondió que en Donostia “no hay problemas de falta de presión, sino todo lo contrario”. “El suministro garantiza la suficiente presión”, añadió Gurpegui, que recordó que solo se contempla que el consumidor abone el coste de una bomba “si pide una presión añadida”, algo que aseguró que no es necesario en la ciudad.
Por último invitó a EH Bildu a “no adelantarse “ a los acontecimientos, ya que todavía queda por delante un largo proceso de tramitación de la ordenanza. “No nos han dado tiempo ni a contestar sus enmiendas y algunas las vamos a asumir”, explicó el delegado de Medio Ambiente, que subrayó que ha sido precisamente EH Bildu el único grupo que ha presentado enmiendas, 18 en total, a la propuesta. - A.L.