donostia - La empresa Sade, propietaria del edificio del Bellas Artes, que se encuentra en situación de ruina económica, según una sentencia judicial, y con una gran incógnita sobre su futuro, ha reclamado en los tribunales que el solar del edificio, actualmente terciario, sea residencial con el fin de poder construir pisos. Así lo explicó ayer el alcalde de Donostia, Eneko Goia, en la comparecencia que protagonizó en la comisión de Cultura del Parlamento Vasco a petición del parlamentario popular Carmelo Barrio y en la que participaron miembros de todas las formaciones.
Goia respondió al integrante de la comisión Josu Estarrona (EH Bildu) que es cierto que la Sade pretende que el solar sea residencial. Asimismo, aseguró que el Ayuntamiento de Donostia y la empresa siguen en conversaciones con el objetivo de llegar a algún tipo de acuerdo que permita al Consistorio quitarse la losa de la reclamación patrimonial de casi 14 millones de euros que le exige la Sade. El 16 de octubre finalizará el plazo de seis meses que se dieron ambas partes para zanjar el largo desacuerdo que gira en torno a la necesidad de encontrar un uso para el edificio compatible con la protección otorgada al inmueble, en la actualidad el grado C del Peppuc, ya que la catalogación superior que el dio el Gobierno Vasco fue anulada.
En la comisión, Estarrona calificó de “operación pelotazo” el objetivo de las conversaciones entre la empresa y el Ayuntamiento, mientras que Edurne García (Ahal Dugu Podemos) aseguró que el edificio estaba “al servicio de la especulación”.
El alcalde respondió también a las intervenciones del PP, PNV y PSE y señaló que las propuestas de permutas y usos culturales para el edificio “pasan en todos los casos” por que el inmueble sea de titularidad pública, “con lo que la empresa propietaria también ganaría dinero”. Una posible expropiación, como sugieren algunos colectivos, también estaría sujeta a un justiprecio, lo que haría ganar igualmente dinero a la empresa, dijo. “Además, habría que demostrar un interés público”, que, a su juicio, no existe, ya que la ciudad tiene varios equipamientos con espacio libre para nuevas actividades culturales.
El alcalde, además, recalcó que el Ayuntamiento de Donostia “no está interesado” en adquirir el viejo cinematógrafo, tal y como le reclaman algunos. - C.A.