donostia - El restaurante Trinkete, situado en la calle Nueva de Gros, ha tenido que cerrar de forma provisional sus puertas pocas semanas después de su reinauguración, a la espera de rematar algunas actuaciones de mejora que afectan principalmente a las salidas de emergencia.
Los responsables del establecimientos hostelero ya han informado por Facebook de este cierre, señalando que es debido a la realización de una serie de mejoras técnicas. Según explican harán uso de las redes sociales para anunciar la reapertura del restaurante una vez lleven a cabo las reformas que se les exigen desde el Ayuntamiento.
Ha sido precisamente el área de Urbanismo del Consistorio la que ha emitido la orden de cierre, a la espera de que se subsanen los problemas que ya habían denunciado los vecinos de los números 16 y 22 de la calle Nueva, entre los que se sitúa el restaurante.
Según los vecinos, el establecimiento hostelero había habilitado una salida de emergencia por el portal del número 16, “con escaleras estrechas de madera que no disponen de ascensor”. Estas circunstancias, a su entender, hacían que la seguridad de dicha salida fuera más que cuestionable en caso de evacuación tanto para vecinos como para clientes, sobre todo en el caso de las personas con problemas de movilidad o que llevan carritos de bebés, ya que es una vía estrecha con poca capacidad.
Según informaron fuentes municipales, recientemente tuvo lugar en el Ayuntamiento un encuentro entre representantes vecinales y de las áreas municipales con competencia en la materia, encuentro en el que reinó cierta tensión y del que los vecinos salieron con el anuncio de un posible cierre.
Previamente estos habían criticado que las obras de reforma, incluida la incorporación de una nueva chimenea, se realizaron sin los permisos oportunos.
edificio histórico El trinquete de la calle Nueva, está incluido en el Inventario de los Bienes Culturales con la categoría de monumento del País Vasco y su puesta en marcha se documenta en 1884, lo que le hace el más antiguo de los que permanecen en pie en Euskadi, conservando todavía balcones de espectadores.
Ya en una etapa anterior a la actual funcionó a modo de restaurante, ofreciendo principalmente menús típicos de sidrería, ya que acogía diversas kupelas .