donostia - El alcalde de Donostia, Eneko Goia, que asiste estos días a un congreso en México, denunció ayer en su cuenta de Twitter el ataque sufrido por un autobús de la compañía municipal Dbus en la noche del pasado jueves en la calle Matia.
Sobre las 22.00 horas, un grupo de personas obligó al conductor a detener el vehículo y varios de los atacantes realizaron pintadas de cariz político en los laterales del autobús, mientras otros mantenían unas bengalas encendidas en la parte delantera. Una vez terminada la pintada, se dieron a la fuga.
El alcalde manifestó que “no es de recibo atacar de esta manera los bienes de la ciudad” y recalcó que el destrozo de propiedades municipales para luchar contra la ley mordaza “no tiene justificación”. En la pintada, además, plasmaron un mensaje de ánimo contra el joven que resultó arrastrado por el tren en Usurbil el pasado sábado en otro acto de protesta.
El concejal Ernesto Gasco, portavoz socialista y primer teniente de alcalde, también emitió un comunicado en el que criticó la actuación y recalcó que estas acciones “solo perjudican a la ciudadanía donostiarra”. La concejala de Movilidad, Pilar Arana, por su parte, lamentó los hechos así como la situación de nerviosismo que generó el ataque tanto en el conductor como en los usuarios, además del coste económico de la limpieza del grafiti sobre la carrocería del vehículo.
En mayo del pasado año, la misma línea de Benta Berri sufrió otro ataque a cargo de unos encapuchados, entonces para denunciar el aislamiento de varios presos de ETA que se encontraban en huelga de hambre en la prisión francesa de Fresnes. También entonces, los atacantes obligaron a detener el vehículo en la calle Matia y, sin hacer bajar a los pasajeros, varias personas vestidas con buzos blancos se subieron al techo con la ayuda de una escalera de mano y desplegaron una pancarta mientras otros encendían bengalas rojas. Realizaron pintadas en el vehículo y huyeron, como el pasado jueves. - N.G.