donostia - El Aquarium de Donostia ha conseguido por primera vez en su historia el nacimiento de pulpos en cautividad. Según informó ayer el palacio del mar donostiarra, las personas que visiten estos días sus instalaciones tendrán la oportunidad de ver en uno de sus acuarios miles de larvas de pequeño tamaño, sin forma aún definida, cuya supervivencia se antoja muy compleja.

De hecho, fuentes del Aquarium confirmaron que todavía no se ha conseguido cerrar el ciclo completo de cría de esta especie en cautividad, aunque afirmaron que su nacimiento en un museo de estas características resulta ya un logro relevante.

El Aquarium explicó que el pulpo hembra ha permanecido más de un mes escondida en una cueva realizada por ella misma en la pecera para proteger la puesta de sus huevos, que eclosionaron ayer dejando al descubierto “miles de larvas”.

El museo recordó que el proceso de apareamiento y reproducción del animal “más inteligente del mar” es “muy inusual”. Los machos utilizan uno de sus brazos para colocar un saco de esperma en una cavidad del cuerpo de la hembra en el que permanecerá muchos meses antes de que ella produzca los huevos.

La hembra busca una cueva en la que depositar los huevos, que pueden ser hasta 170.000, y los cuelga en las paredes en forma de racimo mientras los protege sin descanso.

El promedio de tiempo de incubación de los huevos oscila entre uno y tres meses, período durante el cual la hembra permanece vigilante en la cueva sin moverse a ningún sitio y sin comer nada. De hecho, todo este tiempo el pulpo hembra está permanentemente limpiando los huevos de toda la suciedad que les pueda caer o de restos de vegetación, al tiempo que dirige constantemente hacia ellos corrientes de agua y los vigila día y noche para evitar el ataque de cualquier depredador.

El desgaste que la hembra soporta durante todo este tiempo es tan grande que, tras la eclosión, ella muere agotada y sin fuerzas. Después de que “los pulpos bebés eclosionan”, quedan a la intemperie y ya no hay nadie que cuide de ellos, con lo que son “muy poquitos” los que sobreviven, señaló el Aquarium. - Efe