donostia - El Consistorio de Donostia ha encargado a la asociación en defensa del patrimonio Áncora la elaboración de un inventario de las villas históricas de la ciudad, que podrían ser alrededor de 200, según las primeras estimaciones. La agrupación, además de identificar esas villas, elaborará una pequeña ficha de cada una con sus características y también recomendará la protección de algunas de ellas, aunque esa decisión dependerá finalmente del Ayuntamiento.

El concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, explicó ayer que se ha encargado este inventario en el marco de la revisión del Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc) de la ciudad, en la que está inmerso el Consistorio. Fueron las asociaciones en defensa del patrimonio las que pidieron al Ayuntamiento que se estudiara también el valor de este tipo de edificaciones, que normalmente “pasan más desapercibidas”, según explicó ayer Alberto Fernández D’Arlas, miembro de Áncora que será quien se encargue del inventario. Añadió que, por ejemplo, en el Peppuc vigente, de las 1.063 fichas incluidas solo 27 se refieren a villas, mientras que la mayoría se corresponden con edificaciones más grandes vinculadas, sobre todo, con el ensanche de Cortázar. Fernández D’Arlas concretó, además, que la mayoría de las protegidas están en Ondarreta, mientras que en zonas como Ulia, Ategorrieta, Miracruz o Martutene hay bastantes villas que no están contempladas en el citado catálogo de edificios protegidos.

El especialista incidió en que el hecho de que Donostia se convirtiera en un importante núcleo turístico durante la Belle Époque (incluso desde finales del siglo XIX hasta la Guerra) implicó la construcción de muchas casas de este tipo.

El objetivo de este encargo es, según apuntó Ramos, lograr “una visión de conjunto” sobre estas villas y dar un primer paso para analizar después su valor y estudiar si es conveniente introducirlas en el Peppuc o no, ya que el documento en principio tendrá solo un valor informativo para el Consistorio. “Será una herramienta de trabajo y un punto de partida”, insistió Fernández D’Arlas, que se mostró confiado en que al menos algunos sí acaben integrados en el plan de protección del patrimonio construido.

El encargo a Áncora ya está realizado y la asociación cuenta ahora con un mes de plazo para elaborar el citado inventario y presentarlo ante el Consistorio.

ondarreta Cabe recordar que el derribo precisamente de dos villas en la zona de Ondarreta causó recientemente cierta polémica y despertó las protestas de las asociaciones en defensa del patrimonio, que reivindicaban el valor de las construcciones ya desaparecidas. Ninguna de las dos estaba incluida en el Peppuc, como tampoco lo está el edificio del número 19 de la calle Miracruz, cuyo derribo también ha sido motivo de polémica. El Consistorio revisa ahora el Peppuc con intención de ampliarlo y evitar que estas situaciones se repitan.