La música y los tambores fueron anoche de nuevo protagonistas en la Arriada de la bandera de Donostia, tras 24 horas de fiesta ininterrumpida. La Unión Artesana se encargó, como siempre, de poner el broche final al día de San Sebastián, y lo hizo al mando del nuevo Tambor Mayor, Aitor Oyarzabal, que no pudo mostrarse más feliz con su nueva tarea. La Tamborrada de la Unión Artesana no solo interpretó la Marcha de San Sebastián y otras composiciones de Sarriegi, sino también sus temas habituales de fin de la fiesta como Cosacos del Cazán o la Marcha de Deba.
Al igual que en la Izada de la noche anterior, el ambiente fue inmejorable y el público, sobre todo joven, abarrotó todos los rincones de la plaza, que hirvió de la alegría, saltos y cánticos en una noche de viernes que presagiaba juerga. En el tablado, como es habitual, la Banda de Música de Irun se encargó de interpretar todas las melodías para la tamborrada de la Unión Artesana. Dos representantes de la formación infantil de Euskal Billera, que este año ha cumplido 90 años, también dirigieron la tamborrada en el tablado. Pero además hubo otros invitados, como Yago Echeverría, Tambor Mayor de la tamborrada Jai Alai de Madrid, que envió a varios emisarios hasta la capital guipuzcoana para tocar en la Artesana, la Peña Anastasio y Mons.
También compartieron el momento impulsores del proyecto Zaporeak, que trabaja cocinando para los refugiados que llegan a la isla griega de Quíos.
En el balcón del viejo ayuntamiento, el alcalde, Eneko Goia, con pañuelo azul en lugar de la bufanda de la Real que portaba la víspera, hizo descender la bandera donostiarra en compañía de algunos corporativos, como Ion Insausti, Amaia Almirall o Miren Albistur, así como de su esposa. - N.G.